Cárcel para una madre que abusó de su hijo de tres años y envió el vídeo a su pareja
Su pareja sentimental también ha sido condenada a 11 años por abusos sexuales y corrupción de menores y considera que fue el que incitó a la mujer a perpetrar los actos
13 julio, 2018 17:21La Sección Tercera de la Audiencia de Jaén ha condenado a 11 años de prisión a una madre, M.I.S., de 40 años, por abusar sexualmente de su hijo de tres años. La mujer grabó los hechos con el móvil y se los envió posteriormente a su pareja, de 43 años, que también ha sido condenado a 11 años de cárcel.
La pareja ha sido condenada seis años por abuso sexual y cinco años por corrupción de menores. Además, una vez salgan de la cárcel no podrán acercarse al menor durante 12 años y estarán todo ese tiempo bajo libertad vigilada. En concepto de responsabilidad civil, los dos acusados deberán indemnizar por daños morales al menor en 10.000 euros.
Relación cibernética
Los hechos ocurrieron en 2013. Ambos se pusieron de acuerdo para realizar los abusos a uno de los dos hijos de la mujer. Aprovechando que el menor estaba dormido, la madre grabó el vídeo. El tribunal establece que "los actos descritos en los hechos probados tienen un inequívoco carácter sexual y son idóneos para menoscabar la indemnidad sexual de la víctima". Además, considera que queda probada "la calificación de pornográfico del vídeo".
Añade que también queda probada "la intención de satisfacción sexual de los acusados, o cuando menos, la naturaleza sexual de los hechos por ellos cometidos, es algo que se desprende de las características objetivas de los hechos". En este sentido, abunda el tribunal argumentando que "además de tratarse de hechos deleznables, sólo es comprensible como expresión de la voluntad de los acusados de obtener a costa de aquél, satisfacción de su apetito sexual".
Malos tratos
Durante el juicio, la mujer declaró que conoció al acusado por las redes sociales en 2011 y hasta 2014 mantuvieron una relación telemática exclusivamente. Durante esos tres años y siempre según lo declarado por ella, él le pidió a ella numerosos vídeos de carácter sexual y ella accedió porque "estaba loca por él y con una venda con muchas vueltas sobre mis ojos".
En esta petición de vídeos, también le solicitó que se grabara manteniendo relaciones con una mujer, algo a lo que también accedió. Y finalmente llegó la petición de que lo hiciera con uno de sus dos hijos, entonces, de cinco y dos años. M.I.S. declaró ante el tribunal que inicialmente se negó a hacerlo, pero finalmente accedió y lo grabó.
Para la acusada, lo grabado fue "totalmente una interpretación para él" y para satisfacer sus deseos porque ella lo único que quería era demostrarle que le quería y además se encontraba en una situación emocional complicada, recién salida de un divorcio, en tratamiento por una depresión y consumiendo alcohol y cocaína. Además, aseguró que el hombre la amenazaba con sacar a la luz el vídeo si no cumplía con sus deseos. En 2014, se mudaron a vivir juntos y empezaron los malos tratos. La mujer decidió acudir a la Policía Nacional en 2017 para denunciar los abusos que sufría del hombre con el que había tenido una niña.