Los ciudadanos de Valladolid no dan crédito a lo que sucedió hace unos días en la localidad. Según informa El Norte de Castilla, la policía municipal del barrio de Pajarillos hacia su ronda diurna cuando detuvo en el cruce de la calle Cigüeña con Faisán a un conductor, "conocido por consumo de estupefacientes". Éste fue sometido al test de drogas, cuyo resultado fue positivo por cocaína.
Al no poder mover el vehículo, optó por realizar una llamada para que un amigo suyo lo condujera en su lugar. Sin embargo, no fue de gran ayuda. El amigo al que llamó también es un viejo conocido de las autoridades quienes decidieron someterle también al test de drogas antes de que se pusiera al volante del vehículo.
Cocaína, opiáceos, anfetaminas y cannabis
El resultado de la prueba al segundo conductor también fue positivo, aunque en este caso no por una, sino por cuatro drogas. El amigo estaba bajo los efectos de la cocaína, opiáceos, anfetaminas y cannabis, por lo que los agentes tampoco le permitieron conducir el coche que habían parado.
Pero la historia no termina aquí. La policía tenía constancia de que el primer conductor vivía fuera de Valladolid, por lo que le advirtieron de que en ese estado no podía conducir, a lo que él respondió asintiendo con la cabeza.
Y pareció entenderlo, sin embargo demostró todo lo contrario. Media hora después de haberle realizado el test de drogas, los agentes se encontraron con él conduciendo esta vez una furgoneta por la avenida Juan Carlos I, así que se procedió nuevamente a darle el alto.
1.000 euros y seis puntos
Esta vez el amigo al que llamó para que se hiciera cargo del vehículo no estaba bajo los efectos de las drogas, por lo que pudo llevarse la furgoneta. No sucedió lo mismo con el primer vehículo, que fue retirado por la policía y llevado al depósito municipal de vehículos del Peral.
La doble detención ha supuesto una denuncia por conducir después de haber consumido drogas, por lo que tendrá que pagar 1.000 euros de multa y se le retirarán seis puntos de su carné de conducir.