Un monje budista denuncia ser víctima de explotación laboral

Un monje japonés ha denunciado al templo budista en el que vivía por exceso de trabajo. Según han recogido diversos medios locales, esta extralimitación de sus obligaciones y tareas le obligó a pedir la baja por depresión, 

El religioso, de 40 años y empleado en uno de los templos de Koyasan que son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y meca del budismo en Japón, ha reclamado una compensación de 8,6 millones de yenes (el equivalente a unos 66.000 euros), por los daños ocasionados y las pagas no percibidas.

El afectado empezó a trabajar en el templo hace una década, en el año 2008. Su jornada laboral iniciaba a las 5 de la mañana y atendía a las personas que se hospedaban en el lugar y a los visitantes que acudían a rezar. Hasta bien entrada la noche, según detalla la denuncia presentada, no terminaba su jornada. También asegura que estuvo un mes sin tener un sólo día de libranza de sus obligaciones profesionales.

Un negocio más que una religión

La mayoría de templos que se hallan en el Monte Koya hospedan a turistas y personas interesados en el budismo. La afluencia de viajeros se ha multiplicado desde el 2015 en el marco del 1.200 aniversario de la fundación de su templo principal, Kongobuji.  

Durante ese año, el religioso habría trabajado 64 días consecutivos entre los meses de marzo y mayo y 32 entre septiembre y octubre.