Sudán ha saltado a los titulares de la prensa de todo el mundo por una polémica decisión de su sistema judicial. Un tribunal del país africano ha condenado a muerte a una adolescente de 19 años acusada de haber matado a su marido cuando éste intentaba violarla por segunda vez.
La joven Noura Hussein Hamad se casó con 16 años, cuando su padre la obligó a contraer matrimonio con su primo, un hombre mucho más mayor que ella. Según Amnistía Internacional, cuando Noura Hussein rechazó consumar su matrimonio, su marido llamó a dos de sus hermanos y un primo para que la sujetaran mientras él la violaba.
Engañada para casarse
Tras rechazar el matrimonio forzoso, la joven se refugió con un pariente durante tres años. Pero el pasado abril, después de que su padre le asegurara que habían cancelado el matrimonio, ella decidió regresar a la casa familiar. Fue ahí cuando descubrió que había sido engañada y que los preparativos para la boda estaban en marcha.
Tras la misma, su marido la violó cuando ella se negó a mantener relaciones sexuales. Al día siguiente, él intentó volver a violarla y, mientras ella se resistía, le asestó una puñalada que acabó matándole.
Pena de muerte
El mes pasado, un tribunal de la Sharia, que se rige por la ley islámica, declaró a Hussein culpable de asesinato premeditado, y este jueves la sentenció a pena de muerte en la horca. "Bajo la Sharia, la familia del marido puede solicitar una compensación económica o la muerte. Eligieron lo segundo y ahora [el tribunal] ha dictado pena de muerte", ha explicado Badr Eldin Salah, activista del Afrika Youth Movement, que estuvo presente en el juicio. "Los abogados de Noura han dicho que van a recurrir la sentencia, pero que también necesitan un fuerte apoyo internacional de organizaciones como la Unión Africana, la ONU o la Unión Europea", ha añadido Salah.
Sudán ocupa la posición 165 de un total de 188 países en el índice de desigualdad de género de las Naciones Unidas, que mide el coste de ser mujer en comparación al hombre en lo relativo al acceso a la salud, la educación, la participación en la vida política y las oportunidades en el mercado laboral.
Legislación contraria a la mujer
La violación dentro del matrimonio y el matrimonio infantil no están considerados delitos en este país africano, mayoritariamente musulmán. En el segundo caso, es legal que las niñas se casen a partir de los 10 años si su tutor lo autoriza y un juez da el visto bueno.
Tras la condena, el hashtag #JusticeforNoura (#JusticiaporNoura) se ha vuelto viral en Twitter, y grupos de Derechos Humanos en África, Estados Unidos y Europa han iniciado diversas campañas en internet para impedir la condena de muerte en contra de la joven.
Campaña por su liberación
Los activistas que luchan por su liberación han pedido al presidente que la indulte, alegando que fue obligada a casarse y que actuó en legítima defensa.
Noura "es una víctima y la pena pronunciada contra ella es de una crueldad intolerable", declaraba el director regional adjunto de Amnistía Internacional, Seif Magango, en un comunicado.
"La pena de muerte es el castigo más cruel, inhumano y degradante. Aplicársela a una víctima no hace más que subrayar el fracaso de las autoridades sudanesas a la hora de reconocer la violencia que tuvo que padecer", agregó Magango.