El programa Boy Scouts de América es una de las mayores organizaciones juveniles del mundo, con más de 4,5 millones de miembros. Su fundación tuvo lugar en febrero de 1910 y desde entonces se han dedicado a formar a sus componentes en valores como la responsabilidad, la autosuficiencia, el carácter, la honradez o la buena ciudadanía. Todo ello a través de una amplia gama de actividades al aire libre. Una misión encomiable que lleva varias décadas anclada en el pasado.
Los Boy Scouts se vuelven más inclusivos
Las divisiones tradicionales de los Boy Scouts siempre se han caracterizado por incluir únicamente a miembros masculinos. Una normativa que no se ajusta a la igualdad de género que la sociedad ha adoptado por bandera. Como consecuencia, y con el objetivo de luchar contra la discriminación, la organización ha decidido cambiar su nombre por uno mucho más inclusivo.
Boy Scouts jugando a las carreras / CREATIVE COMMONS
A partir del próximo mes de febrero, el programa pasará a llamarse Scouts BSA, correspondiente a las siglas oficiales de la institución. "Ahora que entramos en una nueva era para nuestra organización, es importante que toda la juventud se vea reflejada en los Scouts de todas las formas posibles", ha asegurado el jefe de Boy Scouts of America, Michael Surbaugh, en un comunicado.
Girl Scouts
Esta iniciativa inaugura así la admisión de niñas al programa. Hasta ahora, todas las interesadas formaban parte del proyecto a través de su propia organización de exploradoras: Girl Scouts, dedicada al desarrollo del liderazgo de las más pequeñas de la casa. A partir de ahora, estas tendrán las mismas oportunidades que sus compañeros a la hora de conseguir los galardones propios de la institución. "Quisimos llegar a un nombre que respete nuestra herencia pero que también honre a la inclusividad que nos caracterizará a futuro”, añadió Surbaugh.
Niños y niñas de los Boy Scouts / CREATIVE COMMONS
Afortunadamente, este no es el primer paso de los Boy Scouts hacia una sociedad más igualitaria. En 2017, levantaron el veto a menores transexuales, obviando así la normativa que solo tenía en cuenta para la admisión el género del certificado de nacimiento. Una medida que llegó tras la acogida de adolescentes y monitores homosexuales.