Condenado a 9 años de cárcel por violar a su suegra, una anciana con Alzheimer
El acusado alegó que se encontraba bajo los efectos del alcohol y que pensaba que se trataba de su mujer
22 febrero, 2018 16:08La Audiencia de Las Palmas ha condenado a nueve años de cárcel a un vecino de Gran Canaria por violar a su suegra, una anciana de 86 años con Alzheimer completamente dependiente. Los hechos ocurrieron el 12 de junio de 2016, cuando el condenado, Manuel Felipe O.A., fue sorprendido por su mujer, hija de la anciana, mientras la penetraba.
El acusado alegó en el juicio que aquel día llegó a la casa de madrugada tras haber bebido mucho, que se confundió de habitación y que pensó que estaba manteniendo relaciones con su mujer. La Audiencia considera que su explicació "no resulta creíble" y dictamina que existen pruebas suficientes de cargo para condenarlo por un delito de abuso sexual.
Falta de credibilidad
La magistrada que instruye el caso ha argumentado que "es difícilmente explicable que en su propio domicilio el acusado se equivoque de habitación". Los cuartos no eran contiguos y la cama de su suegra tenía barrotes, por lo que tuvo que bajarlos para acceder a ella. Además, el acusado la despojó de los pañales con los que dormía y de las mallas que se los sujetaban, algo que tuvo que hacer él mismo. Además, las pruebas de ADN han constatado que sí hubo penetración.
La Audiencia cree "del todo imposible, con dichos elementos, entender que el acusado no solo se equivocó de habitación sin darse cuenta de la distinta disposición de los muebles, sino que bajó la barrera de protección de una cama articulada y quito los pañales y la ropa a la víctima, en la creencia, durante todo el proceso, de que estaba en su cama y con su esposa".
Sentencia final
Las sentencia concluye que los hechos constituyen legalmente un delito de abuso sexual, y no de agresión sexual, porque no medió violencia ni intimidación, sino solo falta de consentimiento, ya que se aprovechó de una persona "privada de sentido". Además, hay varias agravantes: la víctima es una mujer con una enfermedad mental y de edad avanzada, hecho que la convierte en una "víctima especialmente vulnerable, además del parentesco.
En cuanto a sus alegaciones, varias personas lo vieron beber cerveza durante la tarde noche, pero no puede demostrar que dicha cantidad hubiera reducido su capacidad de razonamiento. Por ello ha sido condenado a hueve años de cárcel y diez de libertad vigilada, que empezarán a contar cuando abandone prisión. El procesado tendrá prohibido acercarse a su suegra durante quince años y deberá pagarle una indemnización de 50.000 euros.