El último reto en las redes: apuntarse con un arma en la cabeza
Un adolescente de Memphis, en estado crítico por un disparo que su contrincante dice que fue accidental
1 febrero, 2018 11:09La lista de retos en internet no tiene límites. Los usuarios están dispuestos a llevarlos siempre a la práctica por muy macabros o peligrosos que sean. El último que triunfa en las redes sociales, conocido como No Lackin Challenge juega con fuego. Pero de verdad. En este caso la diversión se busca con la amenaza real de las armas de fuego.
Dos personas coinciden en la calle, en un bar, en un supermercado... y cuando están cara a cara cada uno de ellos exhibe un arma. Se apuntan a la cabeza, a muy pocos metros, y mantienen esa pose durante varios segundos. Una tercera persona graba la escena y en teoría el enfrentamiento armado tiene que acabar sin disparos. Pero solo es la teoría.
Primer suceso
Un adolescente de 17 años se debate entre la vida y la muerte después de recibir un disparo en la cabeza cuando jugaba al No Lackin Challenge en un bar de Memphis. Su contrincante, de 21 años, era de gatillo fácil. Argumenta que disparó sin querer al adolescente cuando acercó el cañón de su revólver a la cabeza de la víctima, que a su vez le apuntaba también con un arma.
El autor del disparo se llama Sherman Lackland. Está detenido como autor de un asalto agravado, imprudencia temeraria y posesión ilegal de armas. Lackland ni tan siquiera tenía permiso para llevar el revólver, que ahora se investiga si buscó sólo para poder participar en este peligroso reto.
Investigación y alarma
La víctima permanece ingresada en un hospital en estado crítico. Las primeras informaciones sobre el suceso apuntan que los dos jóvenes compartían mesa en ese restaurante, junto con un tercer adolescente, que también jugaría al juego.
La Policía de Memphis no tiene en este caso ninguna duda de que el suceso es fruto de ese nuevo reto que triunfa, especialmente en Estados Unidos, en las redes sociales y que ha creado mucha alarma.
En este caso la suerte para el adolescente que recibió el disparo en la cabeza fue la presencia, en ese restaurante, de un médico que pudo atender a la victima en cuestión de segundos. Y también la existencia de un hospital a muy pocos metros, en el que fue ingresado rápidamente.