Pablo Motos se queda rojo como una gamba
El presentador de 'El Hormiguero' ha sido víctima de una fuerte insolación en la playa
18 julio, 2019 16:39El conductor de Atresmedia, Pablo Motos, hace unos días se encuentra disfrutando de sus tan esperadas vacaciones estivales.
Un merecido descanso que el presentador está aprovechando para pasar unos días en la playa. Aunque no todo es alegría para el presentador puesto que ha sido víctima de un grave incidente.
Pablo Motos se abrasa con el sol
El presentador de El Hormiguero está pasando unos días de relax en Alicante, donde está aprovechando para hacer largas sesiones de buceo, para descubrir el fondo marino, y el deporte de moda de este verano, el paddle surf. Un merecido descanso que casi le cuesta la salud.
Y es que tal y como ha compartido él mismo en su cuenta de Instagram, ha sido víctima de una fuerte insolación que le ha dejado al rojo vivo. “Quería deciros que tenéis que poneros protección cincuenta para que no os queméis, ¿vale? Mira como voy, protección cincuenta. Parezco el tercero de los Morancos, si me da un poco más el sol exploto como una rata de Stranger Things”, ha dicho el presentador en un vídeo. De esta manera, y sin perder su sentido del humor, el televisivo ha querido concienciar a todos sus seguidores de la importancia de ponerse crema a la hora de ir a la playa.
La insolación no le amarga las vacaciones
Pese a haberse quedado rojo como una gamba, el presentador se ha propuesto seguir aprovechando al máximo sus vacaciones. Y es que además de pasar largas jornadas en la playa, Motos también está aprovechando para saborear la gastronomía alicantina.
Y es que si por algo es conocido Valencia es por sus arroces y paellas. Por este motivo, el presentador no ha querido perder oportunidad de acercarse hasta un restaurante familiar, situado en la playa del Arenal, para comerse una contundente paella. Así lo ha publicado él mismo, también a través de su cuenta de Instagram, en donde ha compartido un vídeo en la cocina del restaurante. Al verle entrar por la puerta, ¿le confundirían los cocineros del restaurante por una gambón gigante?