La actriz Irene Escolar / ANDRÉS GARCÍA LUJÁN

La actriz Irene Escolar / ANDRÉS GARCÍA LUJÁN

Famosos

Irene Escolar: “Debemos explorar un teatro donde el estímulo provenga de la palabra"

La actriz regresa a Salt en el marco del Temporada Alta para interpretar en vivo 'Leyendo Lorca'

15 octubre, 2021 00:00

Irene Escolar (Madrid, 1988) se acerca al Temporada alta una vez más para presentar una obra que lleva ya cinco años recorriendo la geografía española e internacional, Leyendo Lorca. Un “espectáculo que hace un recorrido por su teatro, su biografía y su poesía”, en palabras de su creadora.

Es la segunda vez que la actriz presenta esta obra en el festival, pero la primera que lo hace de manera presencial. La pandemia obligó a que en 2020 sólo se pudiera disfrutar por streaming. Ha llegado la hora del directo.

Palabra y conexión

La madrileña se muestra muy contenta de regresar al escenario de Salt (Girona), donde ha estado en varias ocasiones y con sus espectáculos más importantes, apunta. Este último además es muy personal. Se trata de una selección de textos del poeta que cobran sentido, cuerpo y forma a través de ella.

La intérprete repasa con Crónica Directo la obra del dramaturgo y la importancia de un teatro que conecte a las personas sin necesidad de mucho artificio: la palabra, el texto y las personas. Un regreso a las esencias que llega más directo a la emoción.

Irene Escolar en 'Leyendo Lorca'

Irene Escolar en 'Leyendo Lorca'

--Pregunta: Vuelve al Temporada alta con una obra que ya presentó en su formato de streaming el pasado año, pero es ya repetidora. ¿Qué relación mantiene con el festival?

--Respuesta: Para mí el Temporada alta es muy importante. Aquí estrené la que considero mi primera función, Días mejores, con Àlex Rigola, cuando tenía 17 años y en el mismo teatro de Salt. Volví con Vania, siempre con montajes muy especiales en mi vida, sobre todo el primero. El año pasado no pudo ser en directo por las restricciones, fue una manera de sobrellevar lo que estábamos viviendo, pero tengo muchas ganas de hacerlo en directo con el público de allí. Un público muy acostumbrado al teatro de calidad y muy respetuoso y con criterio. Da mucho gusto.

--El espectáculo tiene ya cinco años. Primero fue presencial, luego se hizo en streaming y vuelve al formato original.

--Lo estrené en la residencia de estudiantes del Festival de Otoño de Madrid. Luego lo he hecho esporádicamente en diferentes ciudades, en Suiza, en distintos puntos de España. Con el confinamiento, el Teatro de la Abadía propuso el ciclo La Abadía Confinada, cuyos beneficios iban a la investigación de la vacuna del Covid. Empecé a hacerlo con ellos todos los sábados. Narcís, del Temporada alta, lo vio y lo hicimos un día. Funcionó muy bien y ahora lo decidimos hacer presencial para compensar.

--¿Cómo surgió la idea de 'Leyendo Lorca'?

--Salió tras hacer El público. Con Rigola hicimos un proceso de investigación muy largo e intenso durante casi un año para entender y acercarnos a la obra Lorca, en especial la más desconocida. Fue algo maravilloso. Así que cuando me propusieron hacer algo para el festival decidí, con todo lo que había de Lorca, armar este espectáculo que ha ido evolucionando mucho. Empezó siendo una lectura y a medida que pasan los años, el texto lo tengo memorizado y es otra cosa. Es una forma de transitar la obra de Lorca muy especial, porque hago muchos personajes femeninos y sólo pasando una hoja soy uno u otro, y la posibilidad de juego es muy mágica. ¡En realidad no tienes nada más que yo, un atril y la palabra de Lorca! Pero en realidad busco acercarme a él desde la ligereza y la sencillez.

-- Y eso que normalmente se la relaciona con personajes de mucha intensidad...

--Sí, y yo pretendía investigarlo por otro lado y acercarlo a gente que tal vez tenga algo de prejuicio. Está bien que se haga Lorca de manera intensa, pero a mí me apetecía que viniera público más joven y al que igual no le llama tanto la atención porque lo asocian a otra época. Quería ver cómo podíamos traer el mensaje al ahora y al teatro actual y despojarlo de todo aquello que parece que hay que llenarlo cuando no hace ninguna falta.

--¿Considera que el montaje es casi opuesto al teatro actual, que apuesta por los efectos, el audiovisual, un ritmo trepidante…?

--Sí, todo tiene que ser como de un consumo fácil, rápido e impactante. Lo que ha sido bonito para mí en estos cinco años es ver cómo todo ha ido cambiando. Sí he notado esa evolución, pero precisamente lo que funciona de esta obra es todo lo contrario. La gente ya sabe que viene a ver a una persona, un atril y un texto. Tal vez por eso se deja llevar y no esperan ver algo que les impresione mucho. Sólo has de querer entrar en lo más puro y profundo de un espectáculo.

--¿Es volver a la esencia del teatro?

--Es volver a lo esencial, a lo importante. Es cierto que otros ingredientes suman mucho, yo soy la primera en ver este tipo de espectáculos como los de Castelluci, y me encanta la estética del teatro y que me sorprenda. Yo no lo puedo ofrecer, y pensé qué podía hacer con las herramientas que tengo, buscando algo sencillo, sin pretensiones. Y la obra ha funcionado, por lo que pienso que igual la gente necesita algo de eso y agradece no estar tan estimulado, sino que venga el estímulo de otro lado porque la palabra te conecta con la emoción, el pensamiento, la esencia y el entendimiento. Hace poco vi a Kate Tempest recitar su poesía, sola, con un micrófono, y es de las cosas que más me han gustado y me ha calado en los últimos tiempos. Quizá hay algo allí por explorar y que exista. Eso, salvando todas las distancias, me hizo pensar en Leyendo Lorca. Se trata de ver una persona sobre el escenario que creía en lo que decía y establecer una conexión con quien recibe eso. Esto me ha hecho pensar en lo que yo quería con este espectáculo: conectarnos a este tipo de nivel.

La intérprete Irene Escolar / TEMPORADA ALTA

La intérprete Irene Escolar / TEMPORADA ALTA

--¿La pandemia ha ayudado a eso? ¿A buscar otro tipo de conexión?

--Durante el confinamiento, esas palabras y ese lugar por el que yo transitaba era completamente diferente. Desde entonces no he vuelto a representar la obra, pero tengo la sensación de que va a ser todo muy diferente. Aun así, sí he visto con las otras dos obras que he representado este año que la gente está ávida de teatro. Y es un gusto ver cómo el teatro genera mucha unión y una gran conexión.

--Volviendo a Lorca, ¿qué cree que lo hace tan actual?

--Lorca habla, como todos los artistas universales, de la condición humana en todas sus facetas: del amor, de la muerte, del miedo, de las máscaras que nos ponemos. Y lo hace de una manera tan fácil con unas imágenes tan profundamente poéticas que todas se llegan. Son permeables por lo bien escrito que está, descubres lo que te pasa a través de su poesía, de su manera de expresarse.

--Pero para los jóvenes la poesía es muy difícil de entender, ¿Lorca puede abrir esta puerta a los jóvenes?

--Descubren que les toca desde un lugar muy cercano a ellos y no se lo esperan. Quienes no lo han leído nunca igual lo tienen asociado a algo más intenso o artificial, cuando es absolutamente moderno y contemporáneo. Poeta en Nueva York es de las cosas más maravillosas que yo haya leído nunca.

--En la selección de los textos adquiere un gran protagonismo las mujeres, grandes protagonistas de la obra del poeta. ¿Es uno de los autores que mejor las ha sabido retratar? ¿Siguen estando presentes?

--Sí, porque de los conflictos de los que habla, hay mucho de la búsqueda de la libertad de la mujer y es absolutamente contemporáneo.

--Y con lo representado que está Lorca, ¿queda aún algo por descubrir de la obra?

--Yo cada vez que hago esta función descubro una imagen nueva. Es inabarcable. Por eso siempre vuelve. Pero incluso a mí misma, que he hecho este texto mil veces, me sigue sorprendiendo.

--Lleva ya cinco años con este montaje, usted ha estado con otros proyectos, y asegura que era una obra que iba a cerrar. ¿Qué le hace volver? ¿Al regresar también supone un oasis del estrés?

--Es una manera de testarme a mí misma, ver en qué punto estoy. Me conecta mucho con la humildad. A su vez, estás muy expuesto y te recuerda por los sitios que hay que pasar para que la gente no se desconecte, detectar si están presentes o no. El nivel de conexión con la gente se genera o no, y aquí la única responsable soy yo, por eso es una buena manera de ponerme a prueba y sentir la evolución de mi trabajo.

--¿Se considera una actriz de retos y harías hasta un James Bond?

--Me encantaría (ríe). Soy curiosa, y todo lo que no he hecho o no sé si puedo hacer es algo que me apetece mucho experimentar, así como trabajar con otra gente. Este espectáculo lo hago sola, y no tengo nadie que me dé notas --cosa que me encanta--, y cada vez noto más que quiero trabajar con gente que me pueda descubrir nuevos caminos y miradas, y desbloquear o abrir algo de mí que no sabía que podía hacer. Eso me encanta, no le tengo miedo. Busco encontrarme con este tipo de gente, lo que anhelo y lo que me apetece. Me parece más divertido y enriquecedor.