A pesar de su imagen de “gañán”, como el mismo define. Ernesto Sevilla ama la Navidad, “mucho”. “De toda la vida”, reconoce en conversación telefónica con Crónica Directo.
Sabiendo eso, no es de extrañar que el actor participe en una de las películas de la temporada, La Navidad en sus manos. Un film que en su primer fin de semana de exhibición ya se coló entre las diez cintas más taquilleras.
Dos cómicos, muy cómicos
Los alicientes son varios. Por un lado, la españolización de la típica cinta navideña en la que Papá Noel no puede repartir los regalos el 24 de diciembre y tiene que buscar a una persona corriente, un hombre por lo general, que lo sustituya. Por otro lado, sus protagonistas, el mismo Sevilla que tiene la gran responsabilidad de entregar los regalos y Santiago Segura, un Santa Claus accidentado pero que se ha vuelto un imán para las salas.
Este par de actores, muy queridos por los españoles, nunca habían trabajado juntos. Y esta puede ser la guinda del pastel de la película. Y una de las razones por las que el chanante cómico aceptó el papel. “Llevaba un montón de tiempo queriendo trabajar con Santiago Segura. No se había dado el proyecto, supongo que por agendas. Y de repente llego a esta película, vi que estaba Joaquín Mazón capitaneando el barco, y dije: pues, mejor que nunca”.
Amigos y niños
Rodar la cinta no ha sido fácil. El actor se lleva bastantes golpes que le han hecho sufrir, también hacer ejercicio, por la cantidad de carreras que se pega al huir con su compañero y amigo en la realidad y ficción Pablo Chiapella. Y, por si fuera poco, tiene que lidiar con niños, de los que dice no ser muy fan.
Esta última parte, al final, no le pareció tan dura. Nada que ver con esa frase de Hitchcock famosa. Sevilla no puede estar más encantado con su hijo en la ficción, Unax Hayden. “Ha sido una maravilla. porque es un niño que te lo ponía todo muy fácil. Era un niño listísimo, con el que se podía hablar de todo, y a mí se me ha olvidado incluso que tenía 10 años. Me lo he pasado muy bien con él, de verdad que ha sido una gran experiencia que pienso repetir, por cierto”, revela.
Un futuro más familiar
Preguntado si es en un rodaje con niños, todo apunta a que sí. Le ha cogido el gusto a las comedias familiares hasta el punto que no descarta dirigir una él mismo. “En el humor familiar hay algo que está muy bien”, asegura, porque “no quiere decir humor infantil ni humor tonto. Hay que hacer un buen humor familiar que esté balanceado, que le guste a los niños, pero que también le guste a los padres”, detalla. Y pone de ejemplo las películas de Pixar.
Otra ventaja que le ve es que uno no tiene que discutir si pueden encajar un chiste “canalla” o no. Se es consciente de ello y no se hace. Claro que eso no implica borrarlo del todo. La Navidad en sus manos es una buena de ello, “se nos metió un poco, sólo tienes que rebajarlo un poquito”.
Su tipo de humor
En cualquier caso, Sevilla asevera que no se trata de un cambio, de adaptar su humor. “Nosotros siempre hemos jugado mucho con el humor blanco y el humor absurdo, que no hace daño a nadie, es inocuo”, afirma a la hora de referirse a él y los chanantes. De este modo, sumarse a las comedias familiares (Joaquín Reyes tiene un pequeño papel) les permite “estar más cómodos en esto que de otra manera”.
A pesar de que puede sonar a frases de promoción, el actor argumenta su respuesta. Recuerda que su personaje en la película es un ladrón de medio pelo, perseguido por la policía, pero que trata de salir de allí para poder estar con su hijo y demostrarle a él y a su expareja que puede cambiar.
Más Mariah Carey que Grinch
“Me siento muy cómodo con el papel este de pícaro, que al final tiene corazón”, concluye, aunque “también estaría cómodo en un bonachón que se vuelve un cabrón”, bromea. Dónde no se ve es un papel más dramático. “El drama no, de momento, no ha llamado mi puerta”, sostiene. Él se queda en la comedia, terreno que domina y se siente a gusto. Lo único que pide es que el personaje que le ofrezcan tenga “un arco”, que evolucione.
Él lo ha hecho. Tanto que puede saltar de Muchachada Nui a Pobre diablo, pasando por esta Navidad en sus manos, que define como “una película muy divertida, nada edulcorada, pero sí que tiene uno valores muy bonitos, los valores de la Navidad”. Eso sí, no es apta para los Grinch.
Ah, y por si alguien se pregunta cómo sería una Navidad en manos de Ernesto Sevilla, él mismo aclara las dudas: "bastante divertida, pero atípica. No sería la Navidad de siempre. Y a lo mejor los regalos llegarían a sus sitios, pero cambiados". Porque una cosa es disfrutar con estas fechas como Mariah Carey, la otra pasarse de dulce.