El mundo del fútbol tiene momentos de todo tipo. Como la vida, lo ridículo y lo excelente tienen cabida y, algo parecido sucedió hace 27 años en el Estadio de Montjuïc.

Era el año 1996, el FC Barcelona jugó su popular trofeo veraniego en la montaña mágica y no faltó de nada. Tampoco una estrella del mundo del fútbol.

Ronaldo 

El fenómeno de esa época no era argentino, sino brasileño. Era Ronaldo Nazario, por aquel entonces el jugador más joven en ganar el premio de la FIFA al mejor jugador del mundo.

Su aparición en el campo supuso todo un acontecimiento, no sólo por lo que significaba sino por cómo lo hizo. Ese momento aún ase recuerda.

Catalanidad 

El astro brasilero apareció del brazo de una pubilla, vestida con el look tradicional, y un hereu con barretina incluida. Una imagen que, además, vino musicalizada.

La entrada del futbolista con esta compañía se hizo a ritmo de La santa espina, una sardana de toda la vida cuya letra es de Àngel Guimerà. Catalanidad 100%.

Momento histórico 

La cara de Ronaldo lo decía todo. La imagen dio la vuelta al mundo y, ahora que el Barça vuelve a jugar esta copa en Montjuïc debido a las obras del Camp Nou, se ha recuperado. No se sabe si el club va a decidir recordar ese momento de alguna forma especial. Por el momento, no hay visos de que sea así.

El torneo sigue siendo a partido único, no como en 1996, último año en el que participaron cuatro equipos. Tampoco tienen ninguna estrella de la fama internacional de Ronaldo. Quién sabe si, al final, deciden ofrecer cava como aquel día.