Carlos ha sido el primer concursante en actuar en esta novena gala de Eufòria y ha tenido muchas cosas que decir. Claro que eso ha tenido sus consecuencias.

La pasada semana el jurado lo envió a la zona de peligro y no estuvo muy de acuerdo, no por la decisión, sino por las maneras considera que los argumentos que el dieron no fueron del todo “constructivos”. “Necesitaba llevarme alguna cosa y tal vez no la acabé de entender”, asegura.

Sin perdón

“A la que salgo de mi estilo siempre fallo”, critica, pero cree que las críticas de Elena Gadel tiene más que ver con que a ella “no le gusto”. Y lo dejó claro cuando lanzó que “igual los argumentos no me los llevaré a casa”. Palabras que “volvería a repetir” mantiene.

El de Sabadell, recién repescado, asegura que lo volvería a decir lo que dijo. “Soy yo, y la gente que me escuchará será el público, no el jurado”. Claro que se sabe favorito. De hecho, tras la actuación de este martes, el público ha gritado por ello. Antes se ha enfrentado a ese jurado que critica.

Lildami

Lildami ha sido el primero en valorar las palabras del aspirante y pese a comprenderlo se pregunta si han visto el mismo programa. Y se defiende a él y a los suyos “intentamos ser el máximo de empáticos y constructivos”. Tras esto le ha lanzado que está “bastante de acuerdo con las valoraciones de la semana pasada”.

El cantante le ha recordado que no van a buscar “quién se ha equivocado”, sino quién es el mejor. Asegura que intentarán ser más constructivos, “pero no sé si podemos serlo más”, le advierte.

La pregunta con respuesta

Elena Gadel ha evitado disculparse por sus palabras de la semana pasada y le ha pedido al concursante que no se compare con el resto. “¿Cuántos artistas salidos de programas, como este han creado proyecto discográfico sin ganar el programa? Muchos”, le recuerda.

Todo eso se ha quedado en nada tras la actuación del repescado y su versión de Bad, de Michael Jackson, que ha convencido. Claro que, en redes, no ha gustado tanto las no-disculpas del jurado.