Pese a su sonado divorcio y posteriores discusiones, Ana Obregón y Alessandro Lequio llevan décadas de buena relación. La muerte de su hijo Aless les unió más, pero la última decisión de la bióloga ha hecho saltar todo por los aires. Tal vez, de manera definitiva.
Cuando todo eran palabras de amor y respeto del uno hacia el otro, la determinación de Anita a tener una nieta con el esperma de su hijo fallecido no acabó de convencer al italiano. Él negó que fuera a decir nada y sólo ha expresado su malestar por ver que su hijo vuelve a ser protagonista de las revistas.
Mal rollo
Pese a tratar de guardar silencio sobre la gestación subrogada por la que optó la actriz, no pudo evitar decir que hay cosas de las que él no estaba enterado. Un hecho que empezó a tambalear los cimientos de una relación que parecía estar llena de cariño y afecto.
Las últimas informaciones aparecidas este miércoles ya dan por hecho que esos tiempos ya pasaron. Y aunque públicamente guarda las formas, su círculo más íntimo revela que Lequio está muy incómodo y enfadado con lo sucedido, tanto que no quiere conocer a su nieta Ana Sandra Lequio.
Distancia ¿y ruptura?
Ya hace unos días, en el colaborador de Telecinco dijo en abierto que lleva “25 años casado y con una familia”, lo que da a entender que poco quiere saber de la vida de su expareja. A pesar de todo lo que han vivido juntos.
“Mi vida es otra. Yo no tengo por qué enterarme de la vida de otra gente. Eso es pasado remoto", sentenciaba en televisión. Claro que compañeros de su entorno laboral aseguran que el italiano "se calla y prefiere no enfrentarse a Ana por miedo al escándalo, tiene mucho que proteger". La relación parece más rota que nunca.