Jorge Javier Vázquez ha empezado bien el año, de vacaciones. No han sido unas cualquiera. Mientras unos pasaban frío en España él se ha ido al Caribe y no lo ha pasado nada mal.

“Me he bajado dos aplicaciones para ligar”, confiesa. Su terapeuta le prohibió tener sexo una temporada y reconoce que no se acuerda si le dio “el beneplácito”, pero lo hizo. Claro que los resultados son cuestionables: “No hay mucho mercado y el que se me ofrece tampoco es muy de mi agrado”, reconoce.

Exito relativo

Aunque estaba ilusionado y con ganas --" hay que estar porque el orgasmo puede estar esperándote a la vuelta de cualquier esquina”, asegura--, se fue completamente de vacío. Eso no significa que no lo quiera volver a intentar y amenaza con que no va a “desfallecer”.

Pero ojo con quien piense que esta mal que tiene un mensaje para ellos. “Yo estoy bien como estoy, pero en España hay mucha gente que ha dictaminado que no, que en realidad lo que estoy es triste. Muy triste”, asegura y no quiere “robarles esa ilusión”.

Esperanzado

El presentador de Sálvame se repite que está bien sin nadie, porque le “encanta viajar solo. Ir al teatro solo. Ir a pasear solo. Vivir solo”. Lo que no quita que “la vida en soledad también conlleva momentos complicados”, como reconoce.

En todo caso, el catalán es el que mantiene la esperanza. Si bien dice estar bien como está “a nadie le amarga un hombre”, espera que “hayan oído mi comanda en la cocina de los deseos y me traigan un hombre”, al menos antes de su regreso. ¿Lo habrá conseguido?