Ana María Aldón no tiene miedo, pero tampoco fuerzas. Desde que destapara su crisis matrimonial con Ortega Cano no ha habido día que no fuera noticia, ni semana que no fuera demoledora. Ésta tampoco ha sido una excepción.
Segunda semana en Ya es verano y sus declaraciones no han podido ser más lapidarias. Ha revelado que no duerme junto a su marido, que nunca han salido a cenar a solas junto a su hijo... El desánimo se ha apoderado de ellas.
Agotada
La diseñadora, en su regreso a televisión, revela que ahora cuando va a la capital duerme en un hotel y empieza a llevarlo bastante mal. "Me falta la fuerza, mucha tristeza, mucho llanto", confiesa. "Lo que ocupa mi cabeza es tener que dejar Cádiz y volver a Madrid. Dejar a mi familia… Tengo miedo de derrumbarme y no sentir el apoyo de los míos porque los tengo lejos", subraya.
Ella misma lamenta que, después de nueve años, por primera vez ha llevado a su hijo a las fiestas de su pueblo y al verlo disfrutar ha pensado en los buenos momentos que no le ha dado hasta ahora. No deja de pensar en todo aquello que ha dejado de hacer y lo que tiene sobre sus espaldas. "Pero estoy poniendo todo de mi parte para que todo eso se quede atrás", asegura.
Intentos y barreras
Hace pocas semanas, la andaluza viajó a Costa Ballena para pasar los últimos días de vacaciones con su marido. Ver si había un acercamiento. Y nada. "No comemos juntos… Uno sube y otro baja", prosigue, "hay tres habitaciones y no dormimos juntos".
Pese a las escasas fuerzas trata de ver algo de luz al final del túnel. "Llevamos una vida cordial, pero tampoco hemos hecho planes juntos", detalla. Claro que el pequeño parece ser la razón de todo. "No pasa nada, estamos atravesando esto y lo estamos haciendo de la mejor manera por el bien de nuestro hijo". Si hay posibilidad de retroceder a los buenos tiempos con su pareja y familia, lo tiene claro: "No se puede dar marcha atrás. Toca ir para adelante".