El episodio más esperado de En el nombre de Rocío ha llegado. Rocío Carrasco ha narrado el momento de apertura del testamento de su madre Rocío Jurado tras su fallecimiento. Ana Iglesias, la albacea, convocó a toda la familia en la casa de La Moraleja para descubrir las últimas voluntades de la cantante.
“Si por ellos hubiese sido, yo no hubiese recibido nada de mi madre”, asegura la hija de La más grande sobre sus familiares. En concreto, la artista dejó Yerbabuena para Ortega Cano; una nave industrial para Amador Mohedano y sus hijos; otra nave para Fernando, su ahijado; el dúplex de Chipiona para Juan de la Rosa; el chalet Mi abuela Rocío para Gloria, y, por último, la finca Los naranjos, para sus hermanos, Amador y Gloria.
La herencia
Algo que, según Rociíto, no fue suficiente: “No están satisfechos con las valoraciones. No están satisfechos con Ana. Si por ellos hubiese sido, yo no hubiese recibido nada de mi madre. No soportan que me nombre heredera universal. Gloria no lo puede soportar”.
La protagonista de la docuserie ha mostrado toda la documentación y ha explicado el procedimiento. “Tuve que aceptar las hipotecas a las que tenía que hacer frente para hacer la aceptación de herencia. Para aceptar la herencia, yo que soy la heredera universal, tengo que hacerme cargo de todas las deudas de la herencia. Eso es por ley y yo me hago cargo”, ha desvelado.