El electrolatino está de vuelta para protagonizar el verano. Danny Romero se ha unido de nuevo a Juan Magán tras el éxito de El hipo para ofrecer ese sonido que tanto los caracteriza en Alegría, una canción en la que ambos vuelven a sus orígenes y recuerdan sus complicados inicios en el mundo de la música. Y es que ambos fueron pioneros en la fusión de la música electrónica con el reguetón.
El cantante urbano hace balance de la complicada situación que atraviesa la industria musical actualmente en un encuentro con Crónica Directo: "Hay canciones ahora que no tienen ni sentido. Yo hago música comercial, pero intento siempre mandar un mensaje". "Si sacas un disco estás tirando a la basura 12 canciones porque una persona se lo escucha entero una vez y ya está", manifiesta el canario.
--Pregunta: ¿Cómo surgió ‘Alegría’?
--Respuesta: La canción la tenía hecha hacía un tiempo porque sentía que hacía falta un tema más pachanguero. A Juan le había enviado otro electrolatino también, pero no tenía el feeling de este. Al final decidí pasarle Alegría y él rápidamente grabó las voces. Ya habíamos colaborado hace dos años con El hipo y creo que era el momento de reivindicarnos con una canción electrolatino porque en su momento fuimos los pioneros. Juan fue el precursor y, a partir de ahí, salí yo.
--¿Qué querían transmitirle a la gente?
--El título, Alegría, lo dice todo. Sí que es cierto que mandamos muchos mensajes directos en la canción, pero también tiene ese toque musical con las trompetas y con los ritmos latinos como bachata, merengue y mambo que hacen que el tema sea súper bailable y te transmita ese sentimiento.
--En la letra hablan de sus inicios en la música.
--Al principio Juan dice dónde se ha criado, cómo fue avanzando y cómo fue ganando dinero y haciéndose famoso. Habla un poco de que hay mucha gente que te ayuda dentro de tu carrera, pero lo conseguido al final es por uno mismo. Yo explico que de mí se reían y nadie creía que yo me podía dedicar a esto haciendo esta música. En aquella época era muy complicado hacer música latina en España y nos criticaban mucho. Ahora es muy fácil hacer reguetón porque a todo el mundo le gusta.
--Dice que en el instituto se reían de usted. ¿Cómo fueron sus inicios?
--Cuando ya empiezo a tener actuaciones, recuerdo salir a las diez de la mañana del instituto para coger un avión e irme a Córdoba. Meses después me llamó Juan Magán para trabajar y ahí todo despegó muy loco. De empezar por hobby, a ir poco a poco haciendo actuaciones y haciéndome un poco conocido y, de repente, al todo.
--¿Cómo lo vivieron sus padres?
--Al final cuesta porque yo me pongo en la piel de ellos, que ahora ya tengo una edad como para dentro de poco ser padre, y es complicado. Empecé a pinchar en discotecas para mayores con 14 años e iba con mi padre o con una autorización. Era muy complicado, pero también es cierto que era mi sueño y no puedes limitar a tus hijos.
--¿Qué fue lo más difícil de empezar tan joven?
--Lo más difícil es que pasas de estar con tus amigos en la calle siendo Daniel a, de repente, ir con tus amigos a una playa y tener que irte porque tus amigos se sienten incómodos. Tuve que adaptarme a ese tipo de vida. Pero al final uno tiene que ser agradecido. Yo quería dedicarme a eso, entonces hay que aceptar ciertas cosas.
--¿Qué es lo que le aporta más alegría?
--Mi familia y mi casa, mis perros. Siempre que tengo un día libre vuelvo a Gran Canaria.
--Nueva colaboración con Juan Magán, ¿qué le aporta?
--Creo que con El hipo encontramos una fórmula diferente de llegar a la gente y a mucho público, creo que combinan bien nuestras voces y tenemos años de experiencia de poder hacer música comercial.
--Fueron pioneros en el electrolatino, ¿qué ha aprendido de Juan Magán durante su relación?
--Yo me vine a Barcelona a vivir con 16 años y ya seguía los pasos de Juan. Mi música se creó a partir de lo que hacía We Love Asere, que era el sello de Juan. Empecé haciendo latin house, que es lo que hacían ellos, y ya cuando Juan salió con Bailando por ahí y No sigue modas es cuando yo entro a trabajar con él. Entonces yo saqué Agáchate. Luego ya teniéndolo en persona y compartiendo en el estudio con él, aprendí muchísimos trucos de producción, maneras de hacer melodías vocales y estribillos pegadizos.
--¿’Alegría’ podría ser la canción del verano?
--Para mí sería genial, pero eso ya lo decide el público. Al final hay mucha música, cada vez hay más. Creo que la gente no valora la creación de una canción, cree que es muy fácil y se consume muy rápido. Pero el público es el que decide si una canción se convierte en un éxito.
--¿Le cuesta hacer sus canciones?
--Esta ha dado como cuatro o cinco vueltas; las canciones no salen a la primera. Yo no voy al estudio un lunes y el viernes te saco el tema, como hacen muchos. Detrás de una canción y una producción tiene que haber un trabajo para que suene perfecto y compacto. Entiendo que hay mucha gente que quiere lanzar muchos temas seguidos porque es el momento de ese artista y no quiere perder público, pero hay que saber qué sacar. Hay canciones ahora que no tienen ni sentido. Yo hago música comercial, pero intento siempre mandar un mensaje.
--¿En qué está trabajando?
--Se viene un montón de música, pero no voy a sacar cada semana, quiero sacar canciones que marquen o tengan algo de sentido con lo que yo siempre he hecho. Y que el público que me siga vea que me lo estoy currando y no lanzando música porque sí. Después de Alegría voy a darle un margen de unos meses para que la gente se la disfrute y, a partir de ahí, el proyecto mío va a seguir para adelante.
--¿Tiene planes de disco?
--No. Sacar un disco hoy es pegarse un tiro. Si sacas un disco estás tirando a la basura 12 canciones porque una persona se lo escucha entero una vez y ya está. Eso no pasaba antes. Yo me compraba un disco y hasta que no lo quemaba con el discman no pasaba a otro. Pero los tiempos cambian, todo está muy fácil, a mano, y la gente no lo valora.
--¿Como artista es frustrante?
--Te tienes que ir adaptando a los tiempos, esto es una carrera de fondo. Siempre tienes que estar pendiente de todo lo que pasa. Sí que es cierto que frustra un poco porque te pasas trabajando horas en el estudio, pero la generación que viene es así y hay que adaptarse. No solo pasa en mi sector, pasa en todo.
--¿Está experimentando con su música?
--He tocado muchos palos de la música latina, pero siempre me ha molado mucho la bachata y tengo alguna que voy a sacar.
--Vivimos en una época de colaboraciones, ¿trabaja en alguna?
--Se vienen colaboraciones y van saliendo también porque nos vamos hablando los artistas. Lo bueno de hoy y de las colaboraciones es que nos han facilitado poder contactar con un artista de Argentina por Instagram. Antes tenías que pasar todos los filtros de una discográfica, pero ahora es mucho más fácil.