Francisco Rivera acudió este sábado al programa Déjate querer de Toñi Moreno para conceder una de las entrevistas más sinceras de su vida. El hijo de Carmina Ordóñez y Paquirri perdió a su padre a los 10 años y desde entonces no hay día que no piense en sus familiares. Un dolor que le he acompañado a lo largo de los años.
"Lo que le pasó a mi padre fue una grandísima putada, a veces aún me pregunto si estará orgulloso de mí, si le gustaría cómo hago las cosas", expresó el hermano de Kiko Rivera con gran dolor.
Una enfermedad
"Aunque siempre le gustaba estar con amigos y hasta disimulaba cuando estábamos los niños en casa escondiendo a sus invitados, mi madre siempre fue la que se encargó de todo, ella era la que traía el dinero a casa y la que nos educaba, ella era la que se ocupaba de todo sola, eso es de valorar", apuntó sobre el papel de su madre en su vida.
El torero también se sinceró sobre el fallecimiento de su progenitora que lo dejó huérfano. Aunque en un primer momento sentía rabia y enfado, después entendió que era una enfermedad. "Las adicciones son de las peores cosas que le pueden pasar a una persona y a su familia, las adicciones lo destrozan todo", expresó.