La nueva generación del pop-rock español sube con fuerza. Uno de los integrantes de esta nueva ola es Walls, el murciano que ha debutado en la industria musical con su primer disco, Los niños del parque. El álbum bebe de la música más cañera de los 80 y 90 y se trata de un homenaje a su ciudad y sus amigos que estuvieron a su lado desde sus inicios. El artista prepara una gira y pasará por Barcelona el próximo año.
"A los jóvenes lo que les gusta de nosotros es la sinceridad a la hora de dirigirnos hacia ellos, la manera que tenemos de hacer que se sientan identificados, de tener a alguien que cuente en una canción las situaciones cotidianas que le pasan a cualquiera", indica el cantante en un encuentro con Crónica Directo sobre la relevancia de su música y la de sus compañeros.
--Pregunta: Lanza el disco 'Los niños del parque', ¿cómo surgió?
--Respuesta: Levaba mucho tiempo con la idea de hacer un disco. Tuve que desechar un proyecto que ya tenía porque sentía que no tenía un concepto claro. Quería que mi primer disco fuese algo muy representativo de mí y me pudiese servir para construir una carrera a largo plazo. Mi siguiente álbum me gustaría que fuese una evolución de Los niños del parque.
--P: ¿Cómo fue la decisión de eliminar todo lo anterior?
--R: Pensaba que tenía que sacar el disco mucho antes de lo que lo saqué y por esa parte pasé un poco de vértigo, pero al final pude retrasar las cosas y relativizar. Yo soy un ansias para sacar un buen tema, me pienso que si saco el tema dos semanas más tarde mi carrera se va a ir a la mierda.
--¿Quiénes son ‘Los niños del parque’?
--Mi grupo de colegas de Murcia.
--¿Se llaman así de verdad?
--En realidad no, lo que pasa es que es un grupo que se creó gracias a la música y sus variantes. Éramos chavales que hacían música, rapeaban, tenían una marca de ropa o grababan vídeos. Coincidimos en que a todos nos gustaba la música y el ron. Antes de la pandemia nos juntábamos en un parque para perros y por la noche no pasaba absolutamente nadie. Ese sitio ha forjado muchas historias y para hacer el disco se me ocurrió llamarlo así en su honor.
--¿Por qué dedicarles un primer proyecto?
--Soy una persona que vive en un constante cambio, en un constante arrepentirme, renegar de lo que era y querer ser algo que no soy. Esta gente me ha servido mucho para ser como yo quiero ser y no sentirme juzgado. Con mis amigos de siempre me siento súper poco juzgado y, en parte, soy la persona que soy gracias a ellos.
--¿Tienen algo en común las canciones?
--La verdad es que, si tú escuchas el disco de arriba abajo, tampoco tiene un mensaje de la primera a la última canción. Simplemente la última sí que quería que fuese Los niños del parque porque es muy icónica. Hay canciones que tienen relación entre sí en el mensaje, pero el orden del disco está básicamente puesto por una cuestión musical de cómo se suena, no por un concepto.
--Habla mucho en sus canciones del cambio y la evolución. ¿Lo hace por uno mismo?
--No, pocas veces he decidido cambiar por mí mismo y porque yo sea mi propia motivación. Muchas veces es por una persona y otras por conseguir algo, no por mi propio desarrollo personal. Eso a lo mejor debería cambiarlo.
--También se refiere a la industria musical. ¿Cómo ha cambiado su vida?
--Mi vida ha cambiado para bien. A pesar de todas las contras que puede tener, hago música y vivo de ella, es lo que quería desde que era pequeño. Sí que es verdad que hay otros factores que, a lo mejor, no sé si es por propio egoísmo, pero siempre quiero más. Hay veces que me levanto agobiado, también soy un inútil al teléfono y la gente con la que trabajo a veces le quemo la sangre porque no fluye la conversación como debería fluir. Pero en líneas generales, estoy bastante contento. De pequeño veía la música más transparente que ahora, pero lo entiendo.
--¿Cómo ha cambiado su percepción una vez dentro?
--He aprendido muchas cosas buenas y otras no tan buenas. Cuando eres pequeño te imaginas haciendo música, sacando las canciones y haciendo conciertos, y cuando eres mayor y haces eso te das cuenta de que hay más factores, que tienes que cuidar otras cosas, que hay gente que se va a querer aprovechar de ti, que hay otra gente maravillosa que no va a hacerlo. Como todo en la vida, se aprende a base de palos.
--¿Cree que en unos años seguirá orgulloso de este primer disco?
--Lo hice en parte buscando eso. Soy una persona que reniega mucho de lo que ha sido y a mí los temas antiguos no me gustan. A lo mejor llegará un momento de mi vida en el que los temas de este disco no me gusten, pero lo hice sabiendo que podía ser que no me gustasen, pero dentro de 10 años voy a echar la vista atrás, voy a recordar cuándo hice este disco y me voy a sentir superorgulloso.
--Si se cansa rápido de sus canciones, ¿cómo gestiona tener que cantarlas en una gira?
--Cantarlas es diferente porque tienes el factor de que la canta la peña y la tocas con la banda. Pero la gente acaba hasta la polla de sus propias canciones. Coque Malla decía el otro día que estaba harto del No puedo vivir sin ti. Es normal.
--A nivel de sonido mantiene su esencia, ¿lo seguirá haciendo?
--Estoy ya en el estudio haciendo música ahora, intentando ver hacia dónde puede evolucionar el proyecto de Walls, tanto a nivel de sonido como a nivel de imagen. No tengo claro lo que voy a hacer, pero quiero hacer música. Quiero seguir una pauta y unas líneas, pero no quiero ponerle puertas al campo. Siempre se puede evolucionar y sorprender. A mí me gusta el rock y todo lo que deriva de él, tanto el actual como el antiguo, tanto el hispano como el anglosajón, y me mola mezclarlo con referencias urbanas.
--Forma parte de una generación de pop-rock en España que está cambiando la industria. ¿Qué valoración hace de su trabajo?
--Es una oportunidad bastante buena de hacer cosas guays. Es algo que se tiene que cuidar, porque ahora mismo vendemos entradas y conseguimos escuchas, pero se puede hacer algo más grande y mejor. Hay que cuidar el producto y tratarlo con cariño. No hay que pensar que está todo el pescado vendido porque al final, con el tema de las plataformas digitales, conforme subes, también bajas.
--¿Qué tienen para captar la atención de los jóvenes?
--Me pongo en la piel de esa peña y me imagino que a lo mejor a esa gente lo que le gusta de nosotros es la sinceridad a la hora de dirigirnos hacia ellos, la manera que tenemos de hacer que se sientan identificados, de tener a alguien que cuente en una canción las situaciones cotidianas que le pasan a cualquiera. Vamos, yo creo que será por eso, porque tenemos todos menos percha... [ríe]. Vamos, yo si fuese así de crío, no me pondría un póster con la cara de Hens [ríe].
--¿Cree que han marcado a una generación?
--Creo que es un poco pronto para hablar del término generación. Para mí una generación la ha marcado C. Tangana o Justin Bieber. Me siento feliz de que la gente que me escucha se sienta identificada conmigo, cuanta más gente mejor, y vamos a pelear porque así sea.
--¿Le gustaría ser un referente?
--Me fliparía.
--Tendría mucha responsabilidad.
--Ese es un tema de debate. ¿La figura pública debe de tener algún tipo de función educativa por la sociedad? Yo soy artista, me dedico a hacer música y no sé si tengo responsabilidad sobre lo que pongo o lo que digo.
--¿Qué puede aportar esta nueva ola a la industria musical?
--Le podemos aportar mucha diversidad. A mí me gustaría ver en un tiempo el top 50 de España y que no haya 45 canciones del mismo género, está todo muy centralizado. Me gustaría, por ejemplo, que el top 50 de España hubiese más artistas españoles, no por nada, sino porque yo creo que aquí tenemos un muy buen producto al que no hemos podido sacar partido. Tenemos una buena cantera y se puede llevar música a Latinoamérica, igual que ellos la han traído hacia aquí.
--El Benidorm Fest ha abierto camino a muchos artistas. ¿Se presentaría?
--Me lo he planteado. Después de lo que ha pasado con Chanel y de Eurovisión, pensé que estaría guay, pero no sé de qué manera puede encajar mi perfil. Por lo menos por lo menos Chanel ha demostrado que ir a Eurovisión no te destroza la carrera; lo que te destroza la carrera es ir a Eurovisión y hacer un pastel. Chanel hizo una actuación icónica y la canción está sonando en todos lados.