La pianista y compositora Laura Andrés siempre había mantenido su carrera en un segundo plano como instrumentista y profesora. Sin embargo, su posición cambió cuando se unió al equipo de Operación Triunfo 2017. En 2021 pudo publicar su primer trabajo discográfico en solitario, Blanc y, actualmente, también forma parte de los conocidos conciertos Candlelight y se encuentra de gira con la cantante Beth por el álbum Natural Women.
Este viernes 10 de junio la pianista ofrecerá un concierto benéfico a favor de la Fundación Open Arms para la ayuda en las tareas de rescate y salidas a mar del nuevo barco Open Arms 1. Andrés asegura que está muy concienciada con la causa y que no dudó en aceptar la invitación de la fundación. "Lo que deberíamos hacer es un buen tejido social para que pudiéramos acogerlos realmente y no ir a por algo tan individual", comenta en una entrevista con Crónica Directo.
--¿Cómo surge esta colaboración con Open Arms?
--Este concierto surgió por casualidad. Desde que estuve en televisión en 2017 con Operación Triunfo, contactamos con Open Arms y ya tuvimos un vínculo y me sensibilicé bastante con esta causa. Fue pasando el tiempo y una amiga mía que es voluntaria me dijo que molaría mucho que hiciera algo con Open Arms. A mí se me ocurrió hacer una canción que añadiría también a mi próximo disco y que los derechos que generara de las escuchas fueran íntegramente a Open Arms de forma vitalicia para apoyarlos. Cuando les conté mi idea, ellos me propusieron dar un concierto. Todo esto ha coincidido con que tienen un nuevo barco llamado Open Arms 1, que lo han conseguido a base de picar mucha piedra y que tiene muchas mejores condiciones, incluso unas cuantas camillas a bordo para atender a la gente que puedan rescatar. Después de mucho trabajo, hacen el estreno del barco y este concierto solidario.
--¿Conocía la causa?
--Sí, es una causa que me tocaba mucho. La historia de la humanidad es una puerta giratoria y ahora nosotros pensamos que, como somos el primer mundo y estamos en Europa y occidente, nunca nos pasará nada. Y que los demás son pobres desgraciados que no saben ni qué hacen. No hace tanto nosotros nos exiliábamos y nos acogían en Argentina, en Chile, o en el resto de Europa tras la guerra porque si éramos republicanos nos pelaban y no había oportunidades de trabajo. La gente también venía de pueblos perdidos del resto de España a Barcelona para trabajar. Perdemos la memoria muy rápido. Además, vemos con miedo el tema de los inmigrantes. Lo que deberíamos hacer es un buen tejido social para que pudiéramos acogerlos realmente y no ir a por algo tan individual.
--¿Qué puede hacer la gente?
--Que cada uno colabore en la medida de lo posible. Habrá gente que puede hacer donativos y no le supone nada, pero otros que comprarán la entrada en el concierto y será todo lo que podrá hacer. En todos los casos está bien, la cuestión es colaborar de algún modo.
--Les ha compuesto una canción en exclusiva.
--Es una canción inédita que saldrá el mismo día 10, pero a las doce de la noche, es decir, pasado el concierto. Es una canción que hice de un tirón imaginando lo que podría ser un viaje a bordo de un barco por el mar. El mar es tan bonito y al mismo tiempo tan terrorífico que si lo piensas así también es una tumba gigante. La hice pensando en lo que puedes ver en un barco, las estrellas de noche, la incertidumbre, las olas...
--También se encuentra inmersa en la gira de ‘Natural Women’ con Beth, un disco que homenajea solo a mujeres. ¿Cómo surgió?
--Con Beth nos conocimos en el programa FAQS de TV3 porque hace dos años la invitaron para ir a tocar el día de la mujer y me llamó para actuar con ella. Nos habíamos visto alguna vez, pero no nos conocíamos demasiado y allí conectamos mucho musical y personalmente. Decidimos hacer algo juntas y fuimos quedando. A pesar de la pandemia, hemos hecho mucho trabajo y en enero nos encerramos en el estudio para grabar. Era un regalo de canciones que nos gustaban a ambas y que habíamos cantado de jóvenes y adolescentes. También era una época en que utilizabas la música diferente, antes tenías unas canciones limitadas con una casete y escuchabas todo el rato las mismas, no existía la variedad. Había menos cantidad de canciones y eran más representativas.
--¿Fue un reto adaptar esas canciones?
--Las llevamos a un terreno más dulce, menos movido, y fue bastante natural también. Teníamos claro que queríamos hacer un disco de mujeres y, de alguna forma, que fuera un homenaje a grandes mujeres de la canción. También creo que cuando tú tocas una canción con guitarra, siempre será más movida, pero el piano ennoblece y las puedes convertir en algo tranquilo más fácilmente.
--¿Por qué hacer un disco solo para mujeres?
--No fue por reivindicar nada tampoco, era más un tema de normalizar. El otro día actuamos con un festival que era todo de mujeres y está muy bien que haya iniciativas así porque realmente hay muchos festivales en los que solo hay hombres, ya no solo como cantantes, sino también los técnicos y los músicos. Las mujeres también tenemos cabida y tenemos una calidad. Este disco era un poco dar un paseo por mujeres que han popularizado canciones. Queríamos hacerlo porque nos apetece y porque somos dos mujeres, que ya no es solo que la cantante lo sea, sino la instrumentista también. La gente ve una banda y dice: "Qué gracia, la bajista es una mujer". Perdona, ¿qué significa “qué gracia”? Deberíamos tenerlo normalizado y fijarnos en que toca bien, no en que sea una mujer.
--¿La sociedad está avanzando en este asunto?
--A mí me coge mayor, aunque es verdad que yo tengo el cerebro muy formateado y hago mucho esfuerzo. De hecho, sigo muchas cuentas feministas y mi sobrina me enseña y me hace pensar mucho. Evidentemente vamos avanzando, pero también hay un factor que me pone un poco los pelos de punta que es esa cosa de la sexualización femenina. Creo que eso no es necesario. Después también esta cosa tan radical de decir “las mujeres, solo mujeres, no transexuales”. Creo que se debe flexibilizar y que hay grandes iniciativas y cosas artísticas que nos pegan unas bofetadas muy fuertes. Como especie y como género tenemos mucho recorrido por hacer, vamos avanzando y tengo esperanzas, pero creo que es cosa de las nuevas generaciones.
--Su último disco es ‘Blanc’, aunque ya está preparando uno nuevo.
--De Blanc estoy súper contenta porque me dieron el Premio Enderrock y porque está gustando mucho. Sigo moviéndolo y este junio todavía tengo conciertos del álbum. Como el disco que hice era muy cortito, ya empecé a componer, he sacado algunos singles de lo que será el nuevo disco y de cara a octubre tengo prevista la presentación en Bruselas y me hace mucha ilusión.
--¿Cómo recibe la gente un disco de piano en los tiempos que vivimos?
--Es una música que no llega a tanta gente porque no la pinchan en la radio y no estoy en TikTok, digamos que no es mainstream, pero es una música que quien la descubre se emociona. Mucha gente se pone autores minimalistas para trabajar en casa. Hay gente que escucha mi música y me escribe y me dice que le ha ayudado. Cuando la gente te dice cosas así, realmente es cuando merece la pena todo el sufrimiento que comporta hacer un disco, porque es una experiencia traumática total.
--¿Cómo combina todos esos proyectos con dar clases y ser profesora?
--Yo he sido profe toda mi vida, he estado en diferentes escuelas y conservatorios, ahora estaba en Granollers, y finalmente este año tuve que dejarlo porque ya no podía y era imposible compaginarlo todo. Es el primer año de mi vida que no doy clases, porque empecé muy joven, quizás con 13 años. Solo le doy clases al Buenafuente.
--¿Le gustaría volver en unos años?
--Yo creo que sí, porque la pedagogía me gusta mucho. Lo que pasa es que me gusta mucho la música y enseñar, pero no me gustan las estructuras que hay que seguir para dar clases porque me agobio. Ojalá un día vuelva y de otro modo.
--Fue profesora en las últimas ediciones de ‘Operación Triunfo’, ¿le gustaría participar en una nueva edición?
--Sí, lo que sé es que ahora lo plantearon en TVE y dijeron que no, y estaban buscando a ver si encontraban algún otro sitio. Yo encantada de la vida. Me gustaría mucho porque primero es un equipo que quiero mucho porque fue una revolución, y segundo porque es un proyecto que son tres meses de máxima intensidad, pero que vale mucho la pena. Siempre es un aprendizaje para todos. Pero está por ver si es compatible y sostenible con todo lo que tengo entre manos.
--¿Cómo fue pasar de un segundo plano a estar en televisión cada día?
--Cuando entré en OT me lo tomé como un divertimento porque seguía siendo una segundona, no era nadie súper relevante y me iba muy bien porque era mi papel. Pero mi ascendente astrológico es Leo y a mí me dijeron una vez que yo debía aprender a brillar y la vida me llevaría a ello. OT me ayudó mucho a quitarme presión de encima y vergüenza. El primer día iba con mucho miedo, tenía clase con Cepeda y Aitana y no sabía ni cómo me llamaba. Pero después lo normalicé y ya está, estás haciendo tele y no pasa nada. Así me lo tomo todo ahora, no se va a morir nadie. Es mucho más importante para mí el trabajo que hace un maestro o un cirujano que el que hago yo.
--¿Qué puede avanzar de su próximo disco?
--El nuevo disco se llama Kintsugi y tiene que ver con la cerámica japonesa y representa lo que nos ha pasado. Nosotros, como humanidad, ha venido una pandemia que nos ha desmenuzado, como la cerámica. Ahora debemos reconstruirnos y más vale que lo hagamos haciendo Kintsugi, o sea, con amor, cariño y conciencia. Esta es la filosofía del nuevo disco que saldrá en otoño.