Marc Bartra se ha sentado en el plató de Déjate Querer para abrir su corazón a Toñi Moreno. El futbolista de Sant Jaume dels Domenys (Tarragona) ha sido el invitado estrella de una nueva entrega del programa de entrevistas. El catalán ha acudido al espacio con la intención de que se le conozca un poco más a pesar de que en estos momentos se encuentre inmerso en el proceso de separación de Melissa Giménez.
El jugador del Real Club Betis Balompié ha asegurado a la de El Prat de Llobregat que está soltero aunque le “adjudiquen novias falsas”. Se divorció de la periodista deportiva hace tan solo dos meses. La pareja se convirtió en padres bastante jóvenes.
Paternidad temprana
De hecho, Marc se estrenó en la paternidad con tan solo 24 años. Tras la pequeña Gala llegarían Abril y Max: “Mis amigos algunos están hasta sin novia y yo ya tengo tres hijos, pero no me arrepiento, son la razón de mi vida y el motivo por el que sigo adelante”.
En esta línea, Bartra ha asegurado a Toñi que se esfuerza por inculcar a sus tres hijos los valores que él aprendió de sus padres y que le han hecho convertirse en un hombre humilde y trabajador. “Me da igual a lo que se dediquen, lo que quiero es que sean buenas personas y felices, aunque Abril a veces sí que me dice que quiere ser futbolista”, ha confesado.
Un atentado que le cambió la vida
Lejos de dejarlo aquí, la presentadora ha rasgado un poquito más en la vida personal de Marc. El futbolista sufrió un atentado cuando iba a jugar el partido de cuartos de final de la Champions League. Un artefacto explosivo detonó al lado del autobús de la expedición germana y dejó a varios heridos entre los jugadores. Uno de ellos, era él. Tuvo que ser operado de una fractura de radio a la altura de la muñeca derecha.
De ese momento, el ahora verdiblanco ha recordado que se dio cuenta de que somos “realmente frágiles”: “Estás en el mejor momento de tu vida pero todo puede cambiar en un instante, a veces pasan cosas que no merecemos, fue algo que no le deseo a nadie, pero sí que es verdad que ahí saqué muchas conclusiones buenas”, ha explicado.
El Marc más familiar
A sus 31 años, Marc debutó a los 17 años en el mundo del fútbol profesional. Desde que tiene uso de razón recuerda este deporte como parte fundamental de su vida, pues su padre jugaba en categorías inferiores, partidos que ni Marc ni su hermano mellizo se perdían.
De hecho, Erik, su mellizo comparte la misma pasión que él por el deporte rey, pese a que diversas lesiones de rodilla le impidieron despuntar sobre el terreno de juego. Entre los hermanos Bartra siempre ha habido una gran conexión: “Él siempre ha estado a mi lado, siempre ha sido mi referente y desde entonces siempre ha compartido conmigo todas mis alegrías”, ha asegurado.