Ángela Dobrowolski, exesposa de Josep Maria Mainat, no volverá a la cárcel. Al menos, por ahora. Así lo ha estimado el titular del Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona después de que ni la acusación particular ni fiscalía hayan pedido su ingreso por quebrantar la prohibición de comunicarse con el productor de televisión.
La hispano-alemana ha declarado este jueves por la mañana en sede judicial. Ha llegado en patinete, sin hacer declaraciones a los medios y con una vistosa peluca rubia. Ante el juez, ha defendido una vez más su inocencia de los hechos enjuiciados y ha insistido en que no fue ella quien envió esos mensajes, sino que fueron otras personas. En concreto, Gabriel, su expareja.
Gabriel confiesa
Juan Carlos Galbán, abogado de la encausada, ha explicado que aunque su clienta no ha querido entrar en la autoría de los mensajes, Gabriel ha reconocido que él fue el autor de algunos de los textos. En esta línea, el togado ha insistido en que es "totalmente desproporcionado" enviar a la cárcel a una persona por enviar unos mensajes de WhatsApp.
Si bien el pasado 29 de abril, el letrado daba a conocer que Ángela había faltado a su cita judicial tras sufrir una grave crisis de ansiedad, dadas "las altas probabilidades" que tenía de volver a la cárcel. Cuatro semanas antes, con el procedimiento todavía en fase de instrucción, Dobrowolski se había negado a declarar. Según Galbán, el único recurso que podía eximirla de su reingreso en prisión era una declaración confesa de Gabriel. Es decir, una prueba como la aportada hoy por su defensa al tribunal.
Caso Mainat
Esta nueva causa se sumó al procedimiento iniciado en su contra por el presunto intento de homicidio del empresario audiovisual, ocurrido la noche del 20 de junio de 2020. Además, cabe tener en cuenta que de la hispano-alemana pende una pena de 17 meses de cárcel, ahora suspendida.
El 1 de julio de 2021, la otrora estudiante de Medicina fue puesta en libertad condicional después de que el 6 de enero de ese mismo año se decretara su ingreso en prisión, acusada de romper hasta en cuatro ocasiones las órdenes de alejamiento hacia Mainat. Entre las medidas dictadas para su excarcelación, se encontraba la prohibición de comunicarse con su marido e hijos. Condición que, según recoge la denuncia interpuesta por Mainat, en el mes de marzo, había quebrantado.