Marta López Álamo ha viajado hasta Honduras para sorprender a Kiko Matamoros y darle fuerzas para seguir en Supervivientes. La pareja vivió un encuentro de lo más emocionante después de llevar alejados tres semanas de reality.
Una visita que el concursante no se esperaba para nada y fue sorprendido por la modelo, que estaba escondida detrás de una palmera. "¡Ay!", exclamaba Kiko al ver a Marta, antes de fundirse en un interminable abrazo en el que ninguno era capaz de contener las lágrimas mientras se decían "te amo".
Futura boda
"Muchísimas gracias. Ha sido el mejor regalo de mi vida", confesaba el concursante, incapaz de separarse de su novia. Ion Aramendi le preguntaba a la pareja si les gustaría que sonaran "cocos de boda". ¡Y la sorpresa sorprendía a todos!
"Me encantaría que sonaran cocos de boda, desde que estoy aquí sueño con casarme con Marta y no quería decírselo públicamente, pero lo hemos hablado y se lo tengo que pedir formalmente. Por eso no quiero decírselo en publico, pero es en lo único que pienso desde que estoy aquí", revelaba Kiko.
Muy enamorados
"Estoy tan enamorado y tan feliz", añadía el colaborador, asegurando que la visita de Marta había sido un chute importante de energía para afrontar con fuerza el reality. "Me faltaba una parte de mí sin ella. Saber que me apoya y que tenemos un proyecto y un futuro ilusionante me hace súper feliz. Estoy en una nube", manifestaba.
Una romántica visita que duró varios minutos y en la que la modelo, además, ha dado fuerzas a Kiko confesándole lo orgullosa que está de él y del concurso que está haciendo, y transmitiéndole el cariño y el apoyo de sus hijos.