Llegó el día. Tras más de un año de espera, Gustavo González y María Lapiedra se han dado el “sí, quiero”. Los tortolitos han disfrutado de dos días de suntuosos fastos nupciales en compañía de sus familiares y amigos en la masia de la Farinera de Sant Lluis, en Figueres.
Desde el Alt Empordà, la pareja se ha prometido de nuevo amor eterno, con su hija Mía de dos años como protagonista de la ceremonia, pues la pequeña ha sido la encargada de llevar los anillos de sus padres. Si bien, la pareja ya formalizó su relación el pasado 7 de enero en el juzgado de Arenys.
Todos los detalles de la boda
Según informa la revista DiezMinutos, publicación cardíaca en la que González colabora, en enlace, organizado por una amiga del matrimonio, estuvo cuidado hasta el más mínimo detalle: hubo desde un 'beauty corner', rincón de belleza en la lengua de Cervantes, donde los invitados se podían peinar y retocar el afeite, además de actuaciones musicales o un karaoke.
El semanario del corazón revela este miércoles que la ceremonia estuvo oficiada por el actor y cantante Mossèn Albert, protagonista del musical Grease. Los trajes de los recién convertidos en marido y mujer los firmó el modista Jordi Dalmau, también amigo de la pareja.
Las ausencias más destacadas
Hasta la masía ampurdanesa viajaron los tres de los hermanos de Gustavo y las hijas, padres, hermano y tíos más especiales de María. Si bien la celebración contó con destacadas ausencias familiares: faltaron los hijos mayores del paparazzi, con quien, al parecer, la relación sigue distante.
El menú de la cena estuvo compuesto por platos japoneses, italianos, ostras y jamón ibérico. Tras la tarta, hubo baile y karaoke y todos los invitados durmieron en La Farinera para, al día siguiente, continuar con la juerga que culminó con un ágape, preparado por Gustavo y Antonio Montero. Los dos fotoperiodistas se ataron el delantal para preparar dos paellas. ¿Cómo te quedas?