Kiko Hernández ya tiene un pie fuera de la televisión. Como hizo su compañera Belén Esteban con el negocio de los gazpachos, prefiere buscarse una alternativa por si se le acaba eso de trabajar en la pequeña pantalla.

Desde su paso por la segunda edición de Gran Hermano han pasado 25 años en los que no ha parado. Dejó su despacho y se metió de lleno en el universo Mediaset. Ahora, en épocas de vacas flacas para Sálvame y la cadena se dedica al teatro.

De la tele al teatro

El colaborador no ha dicho que tenga pensado dejar la tele, no. Sólo sigue los pasos de Jorge Javier Vázquez y, de la mano de Manuel Iborra, exmarido de Verónica Forqué, ha decidido dar el salto al teatro.

Hernández por eso, ama la televisión, es un animal televisivo y ahora que cumple un cuarto de siglo en el medio está decidido a ser más sincero que nunca sobre lo que ha visto.

Amenazas

El ahora actor prepara una exclusiva para este miércoles en Diez Minutos en la que repasa estos 25 años que “dan para mucho”, asegura. “Sobre todo para las cosas que se ven pero ¿y las que no se ven?”, se pregunta.

Kiko hace promoción como sólo él sabe y adelanta que está dispuesto a contar “lo que no se sabe, las traiciones, las puñaladas traperas, las infidelidades”. Y advierte: “se va a liar”.