Cesc Sansalvadó lleva años compartiendo su música en el metro de Barcelona. Un escenario duro, pero a la vez muy satisfactorio. A pesar de que la gente circula con prisas por la ciudad, el cantante ha logrado congregar a cientos de personas en más de una ocasión que se paran a disfrutar de sus canciones.
Sin embargo, con la pandemia del coronavirus todo se torció. El confinamiento encerró a su público en sus casas y el artista dejó de presentar su talento a todo aquel que pasaba por la calle. Una época complicada que le hizo perder seguidores y alejarse de su audiencia.
Experiencia en televisión
Después de participar en Factor X y emocionar al jurado en la primera fase del concurso, el catalán descarta volver a la televisión. "Es una experiencia en la que te das cuenta de que eres un producto, ellos lo que quieren es el beneficio propio y tú eres una parte de eso", asegura en una entrevista con Crónica Directo.
Sansalvadó deja ahora, al menos durante la noche del 15 de diciembre, el metro de Barcelona para actuar en la sala Luz de Gas. Un concierto en el que cantó algunos de sus temas conocidos, como Búfalo y Time, y presentó nuevas canciones de su repertorio.
--Pregunta: ¿Cómo se definiría para quien no le conozca?
--Respuesta: Soy la energía de toda una gran orquesta en un hombre pequeño. Para mí, la definición es el trabajo. Cuando empecé, solo estaba en la calle y el metro, y poco a poco hemos ido escalando. Han venido hostias fuertes, como el Covid y cómo te afecta un confinamiento cuando eres un músico que toca en la calle y el metro, pero hay que sobrepasar todo eso a base de trabajo y voluntad.
--¿Cómo fueron sus inicios?
--He estudiado piano, guitarra y composición, pero no tengo ningún título. Siempre lo he hecho en una escuela de barrio y yo me lo hacía a mi manera. Quería ir a mi ritmo, a mí los títulos me dan igual porque yo quiero hacer mis canciones y no ser un músico de estudio o un intérprete. Me lancé a hacer música en la calle porque para mí era el mejor escaparate para que la gente me conociera. Al final estaba forzando a la gente a verme actuar. Que les guste o no es otra cosa, pero al menos te plantas delante.
--¿Qué pensó su familia cuando les dijo que quería tocar en la calle?
--Primero tenía que decir a mis padres que dejaba un trabajo fijo para irme a la calle. Me dijeron desde el primer momento que les parecía fantástico, pero que tenía que hacerlo bien, con orden y planteándome objetivos. Sin embargo, la primera experiencia tocando en el metro fue un desastre. Cada vez que quería empezar a cantar cogía mucho miedo y me temblaba todo. Lo que me sirvió para perder la vergüenza y disfrutar fue dejar de pensar que tenía que cantar para agradar a los demás, porque al final es imposible gustar a todos. Decidí hacer música porque es lo que quiero, es mi pasión y mi forma de expresarme.
--¿Cómo se siente cuando la gente se para a escucharle?
--En la calle la gente pasea, pero el metro la gente lo coge para ir de un punto a otro. Tú no vas a la universidad con media hora extra por si te encuentras a alguien en el metro. Cuando consigues detener a la gente y te dan parte de su tiempo llena mucho.
--Tocar en la calle ¿le ha ayudado o ha sido negativo para su carrera?
--Los prejuicios puede tenerlos quien los quiera tener, pero tienes que hacer bandera y estar orgulloso. Si me escondiese, alimentaría todo ese prejuicio del músico de metro en España. En otros lugares del mundo, como Inglaterra, los músicos callejeros y de metro son artistas, pero aquí sí que existe esa concepción. Me he encontrado situaciones algo desagradables, incluso de gente que había estudiado conmigo, que me veían tocando y me giraban la cara. Pero si uno está convencido de lo que hace, todo pasa por seguir trabajando.
--¿En qué momento decide hacer su propia música?
--Mi música la he hecho desde siempre, para mí lo importante es encontrar el momento cuando lo enseñas. Nunca es el mejor momento porque siempre puedes tener más gente que te apoye y este encima de ti. Pero sí hubo un punto en el que dije: "O empiezo a enseñar música propia o ya me decanto por ser un artista de versiones". Y yo no quería eso.
--¿Primero las presentaba en el metro a ver si funcionaban?
--Eso todavía lo hago. Sirve como ejercicio para ver cómo funcionan los temas. Al final, si tú haces una canción nueva que la gente no conoce y consigues que alguien se pare, significa que hay algo en esa canción.
--¿Cómo vive la pandemia un músico de calle?
--Las primeras semanas de confinamiento me enfadé mucho. Llevaba dos años trabajando todos los días y por un virus nos encerraban en casa y perdía todo el trabajo. Ahora existe un problema que es que tenemos las estadísticas y podemos acceder a ellas en cualquier momento. Yo vi que perdía seguidores de Instagram, que perdía reproducciones en Spotify... En ese momento yo estaba en 30.000 seguidores y en los cuatro meses que no pude salir a la calle bajé 6.000 o 7.000. Tienes que hacer un trabajo interno de decir: se marchará gente, es inevitable, a todos los artistas les está pasando. Pero me costó unas semanas poder coger la guitarra y hacer música y, una vez lo hice, escribí canciones que creo que me ayudaron.
--Muchas de sus canciones son en inglés, ¿por qué este idioma?
--Quiero seguir haciendo música en inglés, que no quiere decir que, de vez en cuando, haga canciones en catalán, que es mi lengua materna y con la que también conecto más fácilmente con sentimientos y emociones. Pero para mí la música, tal y como la entiendo, me gusta más en inglés y es la que consumo. Yo quiero seguir por ahí porque al final mi objetivo es poder tocar fuera de Cataluña, fuera de España y poder ir a hacer cosas a nivel europeo o, incluso, en Estados Unidos. Si solo cantara en catalán, ya me estaría cerrando puertas.
--Con ‘Búfalo’ se presentó en 'Factor X'. ¿Volvería a la televisión?
--A la tele, si volviera, sería porque me ofrecen algo muy interesante. Es una experiencia en la que te das cuenta de que eres un producto, ellos lo que quieren es el beneficio propio y tú eres una parte de eso. Luego dejas de interesar. Sí que a ciertas personas les puedes caer bien y pueden apoyar el proyecto, pero a nivel industria televisiva, todo es muy frío y no me acabó de convencer, entonces es algo que descarto repetir.
--¿Sacará un disco?
--Me gustaría, sí, porque pienso que los álbumes son muy necesarios como músico y sobre todo si lo que quiero es tener una carrera vitalicia, que pasen 30 años y seguir haciendo música. Los álbumes nos sirven para ver los estadios en los que te encuentras a nivel de maduración de la música y el progreso, definen tu carrera. Tengo las canciones, pero falta encontrar el momento, la financiación para poder grabar, el tiempo, el estudio, la gente... Es un proceso largo.
--Hace un estilo muy diferente a lo que se lleva. ¿Le preocupa?
--Mantendré mi esencia, pero sí que hay momentos que preocupa porque veo que es algo que no está dentro del mainstream. Hay estilos que, por el mero hecho de ser así, ya funcionan más fácilmente. Pero, al final, no podría defenderlo porque cuando estoy en el escenario tengo que cantar verdades. No podría cantar mis canciones con otro estilo solo por vender más.