Rosario no teme acercarse a Suso, para desesperación de Álvaro. Su novio se ha derrumbado en la primera hoguera al ver la actitud de su chica con el tentador: “pensé que me quería”. Poco después, ella se dejaba ir más.
Al regresar de los visionados, la alicantina se ha quedado a solas con su confidente favorito. “Necesitaba un momento a solas con él”, admite. Y lo ha tenido.
Dudas
Suso ha intentado que la chica le aguante la mirada a poca distancia de sus labios y que confiara en él. Ella no lo ha hecho, pero tiene claro que es lo que quiere. “Yo no me voy a reprimir”, asegura.
Ninguno de los dos ha hecho nada, pero a la mañana siguiente, ella confesaba que tiene “tantas carencias” en su relación que tiene dudas sobre lo que vive en La isla de las tentaciones. “Las cosas hay que cuidarlas sino viene otra persona y te las arrebata sin que lo esperes”, sentencia.