La ruptura de Pelayo Díaz y Andy McDougall sorprendió a todos hace menos de una semana. Tras unos días de muchos rumores sobre las posibles razones de su separación, el estilista ha decidido dedicarle unas palabras a su ya expareja para demostrarle el cariño que le guarda.

"La vida es imprevisible y eso es, a partes iguales, lo más bonito y lo más aterrador", empieza el experto en moda. "Compartí con vosotros mi ilusión cuando Andy apareció en mi vida, fuisteis testigos de nuestra historia de amor y nuestra boda, así que me parece justo contaros también, aunque me duela, que hoy estoy triste porque el amor se ha ido pero la magia se queda", añade.

Razonez

"Llevo días preguntándome qué ha fallado, qué hemos hecho mal o qué cambiaría. Y aunque encuentre alguna respuesta la realidad es la que es: Que no soy perfecto. Que apuesto, que quiero con intensidad, que caigo pero me levanto y que vivo sin miedo", prosigue.

Entonces Díaz inicia su emotiva carta dedicada a Andy: "Estoy muy orgulloso de nosotros, del amor y del respeto que nos tenemos. De como empezó y de como seguirá, porque aquí no se acaba. Apareciste en mi vida de repente y nos reconocimos como dos chavales que perseguían el mismo sueño: amarse". 

Mucho amor

"Y desde ese verano de 2017 exprimimos cada minuto juntos, cada locura, cada viaje. Ojalá todo el mundo pueda experimentar al menos una vez en la vida lo que es el amor, lo que es despertarse cada mañana y salir a gritar al balcón '¡soy feliz!' tan alto que duela porque no puedes contenerlo dentro", continúa el estilista.

A pesar de su ruptura, le guarda un cariño muy especial a su marido: "No se cuál es el siguiente paso, pero de lo que estoy seguro es que nos tendremos cerca. Te quiero en mi vida para siempre, quiero verte crecer, triunfar y volver a enamorarte porque esa sonrisa tuya es demasiado bonita para perderse en la rutina".

Sin arrepentimiento

Finalmente, Pelayo termina con un bonito deseo: "Aunque me duela y a veces sea duro, aquí estaré siempre antes de que me necesites. Me alegro de haber hecho juntos una parte del camino, no me arrepiento de nada y volvería a apostar mil veces más por nosotros. Gracias por haber jugado conmigo a ser niños otra vez. Y recuerda, si no sabes qué ponerte, ponte feliz"