La Panto-Boda está a la vuelta de la esquina. Anabel Pantoja y Omar Sánchez se darán el ‘sí quiero’ el próximo 1 de octubre en la isla de La Graciosa, a pesar de los numerosos intentos de boicot por parte de asociaciones ecologistas. Pero antes del enlace viene la despedida de soltera. Y eso es lo que ha hecho la pareja este fin de semana.
La Panto-Despedida ha tenido lugar en las playas de Gran Canaria. "Dicen que me caso...", anunciaba en su cuenta de Instagram. Enfundada en un little black dress, rodeada de globos y la típica banda de novia, Anabel le ha dicho adiós a la soltería por todo lo alto.
Panto-Despedia
La influencer ha pasado la noche del sábado rodeada de sus amigas más íntimas entre bailes, bebidas y "buena comida". Primero han estado en un bus privado cantando a todo pulmón canciones acordes a la situación ("Esta noche es de travesuras") para llegar a un club privado e inmortalizar la noche como si no hubiera mañana. Incluso han disfrutado de una actuación privada de unos tamborileros, ante los cuales la Pantojita no ha podido evitar bailar.
Sin embargo, se han echado de menos algunos rostros conocidos que siempre acompañan a la sobrinísima. Ni su prima, Isa Pantoja, ni su cuñada, Irene Rosales, ni ninguna de sus compañeras de Sálvame han acudido a la sonada celebración. ¿Significará eso que habrá una segunda despedida de soltera con ellas? La misma Anabel confirmaba que habría más de una boda, por lo que no sería de extrañar esta alocada teoría.
Omar también lo celebra
Su futuro marido, por su parte, empezó la fiesta mucho antes. A media tarde el canario ya estaba compartiendo historias con sus amigos y recordando viejos tiempos en la isla de Supervivientes bebiendo de unos cocos. Pero ojo, con "Beefeater y Fanta de naranja". El novio se encontraba en una finca privada con piscina para terminar de disfrutar del buen tiempo.
Por la noche se trasladaron a una discoteca para celebrarlo por todo lo alto. "Despedida de soltero modo on...", escribía Sánchez en sus redes sociales. Unas fiestas que pone el pistoletazo de salida hacia el tan esperado enlace, del que tanto se ha hablado y se hablará.