Kiko Rivera no puede más. A pesar de que tanto él como su mujer llevan tiempo alejados del foco mediático, las acusaciones y amenazas que reciben no cesan. El DJ está hastiado de esta situación y ha decidido compartir en su cuenta de Instagram las cartas anónimas que le envían constantemente a su propia casa.
“Ahí tenéis una prueba de lo que aguanto cada día”, ha publicado del hijo de la Pantoja. Una carta escrita de puño y letra en la que se asegura que es una “mala, malísima persona” y que no tiene “perdón de Dios”.
Amenazas anónimas
Este tipo de vejaciones tienen un punto en común: su madre, Isabel Pantoja. Desde que empezó la herencia envenenada, la audiencia está dividida entre los que están a favor de la madre o del hijo. Y los que están en contra de este último, no tienen escrúpulos en enviarle este tipo de cartas.
“Lo que has hecho con tu madre, la persona que más te ha querido, no tiene nombre. La has vendido por dinero porque eres incapaz de tener un trabajo digno”, le escriben. Unas acusaciones que terminan con un bombardeo de insultos: “Vago, feo, repugnante, hortera, desequilibrado, impresentable, ordinario”.
Mensajes de odio
Aunque Rivera intenta no centrarse en estos mensajes negativos, admite que llega un momento en el que “ya cansa”. Por eso, arremete contra aquellos “cobardes” que no ponen ni su nombre ni su dirección en las cartas. “Sin remitente que yo sepa no se puede entregar una carta”, ha escrito el DJ, cosa que le impide denunciarlos legalmente.
De todas formas, el hijo de la tonadillera ha decidido querellar estas acusaciones en Instagram para que sus seguidores sean conscientes del odio que recibe. Un desprecio que también ha afectado a su mujer, Irene Rosales, y que le ha obligado a abandonar la televisión durante un tiempo.