Desnortado, desubicado, perdido, hablando solo y con picor de nariz. Así se ha mostrado Miguel Bosé en su última charla negacionista, el fin de semana pasado, en Balaguer (Lleida). Y es que, al parecer, pese a haber cancelado su gira de conciertos por España prevista para este verano, el cantautor tiene afán de micro.
Una vez más el compositor ha vuelto a dar un discurso en contra de las vacunas, muy en su línea de que la pandemia del coronavirus es una farsa, y a favor de la madre naturaleza. Una ponencia que ha realizado en el marco de la convención organizada por el polémico activista y agrónomo Josep Pàmies, famoso por recomendar la ingesta de detergente para terminar con el virus.
Una cumbre negacionista
Bajo el nombre de Dolça Revolució, Pàmies ha congregado a un centenar de adeptos que han acudido a su llamada para escuchar a Bosé. Sin embargo, en el cartel constaba expreso que se prohibía el acceso a los medios de comunicación. O mejor dicho, “de desinformación”, según el payés.
A lo largo del acto, el artista llegó a mostrarse inquieto y nervioso e incluso perdido. No obstante, durante su discurso, a veces emocionado, a veces no, no dudó en denunciar la situación que según él se vive en España.
Inestable
"Manejan el potencial del miedo, pero somos muchos y cada vez más. Os puedo asegurar que, como en España, no se vive esta situación en ninguna parte. Nos va a hacer la vida imposible un poco más. Hay dos humanidades: una con los políticos soberbios y codiciosos que viven en el 3D y nosotros. Estamos en lo cierto. La verdad se dice una vez. La mentira se va repitiendo", sentenció Bosé.
Y es que aunque a poco de irse al suelo en varias ocasiones, quizá por el sobrepeso que presenta, Bosé terminó llevándose una gran ovación del público. Con todo, cabe recordar que este no está siendo el mejor año para el cantante. Además de haber cancelado su tourné de conciertos, debe hacer frente al juicio que mantiene contra Nacho Palau, su ex, por la filiación de sus hijos.