Tras la victoria ante el Valencia FC del pasado fin de semana, la euforia se ha desatado en el vestuario azulgrana. Pese a ir terceros en la tabla, a dos puntos del líder, la plantilla del FC Barcelona aspira a hacerse con el título del campeonato nacional.
Algo que han celebrado por adelantado y a lo grande en la casa de Leo Messi. En este sentido, la pulga se habría saltado las medidas anti-Covid interpuestas por la Generalitat de Catalunya para celebrar un asado de conjura en su mansión de Castelldefels.
Un asado de conjura
Este ritual que no ha pasado desapercibido ni por la prensa ni por el sindicato ADN Sindical que ha denunciado en redes la fiesta. A lo largo de la jornada, diferentes medios desplazados hasta las puertas de la mansión del argentino publicaron varios vídeos en los que se escuchaba perfectamente a la plantilla culé entonar el “campeones, campeones”.
Unas secuencias en las que se probaría que el futbolista ha hecho caso omiso a las medidas decretadas por el Ejecutivo catalán. Y, sobre todo, la que prohíbe las reuniones de más de seis convivientes en el interior de un mismo domicilio.
Legalidad de la fiesta
Es por ello que desde la organización profesional se ha preguntado cuántas personas no convivientes se pueden reunir para comer bajo el mismo techo y recrimina a los deportistas su actitud. El colectivo de vigilantes hace referencia de este modo a la ejemplaridad que se esperaría de un personaje público tan querido como Messi.
Asimismo, se interpela al departamento de Protección Civil, al consejero de Interior, a los Mossos d’Esquadra y a la consejera de Salud, Alba Vergés, por las posibles consecuencias del ágape. Por el momento, hay silencio en la sala. De hecho, a tenor el Drecreto ley 30/2020 del 4 de agosto, el gobierno catalán podría sancionar a los asistentes a la fiesta con una multa de 3.000 euros por jugador. Una cantidad menor si se tienen en cuenta sus fichas, pero que sí tendrían repercusión sobre la imagen pública de la plantilla.