Últimamente se ha vuelto a hablar mucho de Crónicas Marcianas, el exitoso programa dirigido por Xavier Sardà que marcó la televisión de los años 90 y principios de los 2000. El presentador se rodeó de personajes que pasarán a la historia de la pequeña pantalla, como Galindo, Pozí, Carmen de Mairena, Carlos Jesús, Mocito Feliz o el padre Apeles.
El eclesiástico, otrora estrella televisiva, desapareció de los medios poco después de finalizar el programa. Siempre se ha rumoreado que la propia Iglesia le dio un ultimátum dada la polémica que lo rodeaba, y el padre Apeles decidió reinventarse: hasta ahora, ha pasado sus últimos años como teniente en la reserva del Ejército de Tierra.
La nueva vida del padre Apeles
Los personajes de Crónicas Marcianas han sido los responsables de millones de risas a lo largo de muchos años. Incluso a día de hoy, en momentos puntuales, bromas del pasado siguen sacándonos una sonrisa. Sin duda alguna, fue una época dorada de la televisión que, décadas después, seguimos recordando.
Muchos de los protagonistas se han retirado de la vida pública, manteniendo una existencia tranquila en el anonimato, y el padre Apeles es un buen ejemplo. Pese a que llegó a convertirse en uno de los colaboradores más polémicos de aquella época, y protagonizó sonados escándalos incluso de índole amorosa --como su romance con Yola Berrocal--, el eclesiástico se ha reinventado.
De la Iglesia al Ejército de Tierra
El padre Apeles ha pasado estos últimos años como teniente en la reserva del Ejército de Tierra. Pero, según informan desde Vertele, el eclesiástico ha sido ascendido a capitán. Es decir, que si España entra en guerra y escaseara personal militar, el expolemista sería de los primeros que guiaría los ejércitos españoles debido a su recién adquirido rango.
Una información confirmada por Voz Pópuli, que señala que el Boletín Oficial de Defensa anuncia que se promueve a capitán a José Apeles Santolaria de Puey y Cruells en su condición de reservista del Ejército de Tierra, adscrito a la Subdelegación de Tenerife. Eso sí, tal y como se explica en el propio Boletín, este ascenso es automático y corresponde únicamente a la antigüedad en la reserva del polemista.