La complicada oleada de rebrotes del Covid-19 que acecha Madrid no parece haber alterado mucho la agenda de planes de Isabel Preysler. Si hace unos días veíamos a la reina de corazones pasearse junto a su novio, el nobel Mario Vargas Llosa para asistir a la inauguración de una exposición, ahora la vital pareja se ha dejado ver en un acto al que también han asistido los monarcas: El estreno de la nueva temporada de ópera en el Teatro Real.
Un evento de alfombra roja al que cada año asiste parte de la jet set madrileña. Esta vez, no han faltado a la cita la nueva Marquesa de Griñón, Tamara Falcó, Eugenia Silva o la presentadora, Anne Igartiburu.
Cálido recibimiento
Don Felipe y Doña Letizia llegaban al complejo monumental de Madrid a eso de las ocho menos diez de la tarde, minutos antes de que diera comienzo Un Ballo in Maschera. Una obra en italiano de Giuseppe Verdi con la que se ha dado inicio "al nuevo curso" en el teatro madrileño. En una lluviosa tarde, la pareja real era bienvenida con un cálido recibimiento por parte del público asistente al acto.
Así pues, los monarcas han sido los responsables de presidir la función junto a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a quien vimos con un vestido en el mismo color que la Reina, de un intenso rojo, y a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, muy elegante con un conjunto negro de pantalón y blusa con transparencias.
Para la ocasión, la Reina escogió un vestido de cóctel con corte midi y encaje. Por su parte, el monarca, más sobrio, lucía un traje azul marino con americana de doble botonadura --dos filas de botones en la parte inferior del torso-- y camisa blanca con la que el Rey ha dado luz gracias a una corbata de pala ancha en tonalidad azul capri.
Vargas Llosas toma el micrófono
En plena ceremonia de inauguración, justo después de que sonara el himno nacional, Mario Vargas Llosa ejercía de anfitrión y tomaba el micrófono. En nombre del Teatro Real, hacía muestra de su agradecimiento a los Reyes de España por haber asistido a tan célebre acto. Del mismo modo, se refería a los difíciles momentos en los que se encuentra sumido el país y dedicaba a la cultura las siguientes palabras: "la cultura está hecha para enfrentar momentos difíciles".
Unas palabras de lo más sentidas que seguramente habrán hecho estremecer de orgullo a su chica, la radiante Isabel Preysler. La socialité acudió al evento vestida de lo más salvaje, con un vestido de la firma Pertegaz de estampado animal print y unos tacones de aguja rojos, muy a juego con la cartera de mano.