El deportista mallorquín, Rafa Nadal, está de celebración, y nunca mejor dicho. Y es que el tenista pasará por el altar junto a su novia de toda la vida, Xisca Perelló, el próximo sábado 19 de octubre. Una boda que se celebrará en Mallorca, bajo estrictas medidas de seguridad y en la que no faltará ningún detalle.
Pero, a la espera de que llegue su gran día, el tenista se ha ido de despedida de soltero, junto a un grupo reducido de amigos. Una fiesta que ha tenido lugar en Mallorca y en la que han disfrutado como auténticos niños hasta altas horas de la mañana. ¿Quieres saber cómo ha sido?
Rafa Nadal lo da todo
El pasado sábado por la noche, Rafa Nadal y su grupo de amigos más íntimos, en total unos 12, salieron a darlo todo por Mallorca para celebrar el fin de la soltería del tenista manacorí. Una fiesta por todo lo alto que, según informa el Diario de Mallorca, empezó antes de la hora de comer y se alargó hasta altas horas de la madrugada del domingo. La despedida empezó con un aperitivo y una comida, por eso de hacer cojín para todo lo que vendría después. Tras la comilona, el tenista y sus amigos se trasladaron hasta el Passeig Marítim de Palma de Mallorca, y allí lo dieron absolutamente todo, como auténticos niños.
Una fiesta que empezó por la tarde y que siguió por la noche, en la que el deportista y su tropa disfrutaron de una exclusiva zona reservada para ellos. Un reservado en el que los asistentes a la lujosa discoteca, Social Club, pudieron ver al tenista mover sus caderas sin parar a ritmo de reggaeton. Aunque Nadal no solo bailó, sino que también bebió. El tenista se tragó un sinfín de copas que pagó con su tarjeta de crédito. Y claro, con tanto beber, no es de extrañar que Rafa estuviera de lo más simpático, y no dudara en atender a todos aquellos que se acercaban a él para pedirle fotos. Eso sí, llegó un punto de la noche en el que se hartó de atender a sus seguidores y pasó de ellos, centrándose en su fiesta de despedida, los bailes y el alcohol. Y es que en cuestión de pocos días ya será un hombre casado y las noches de desenfreno pasarán a la historia. ¿Cuántos ibuprofenos se tomaría el deportista a la mañana siguiente de su tan sonada fiesta?
Así será su boda
Tras 14 años de noviazgo, el tenista manacorí y la economista Xisca Perelló, a quienes sus amigos llaman Mery, se casarán en una ceremonia religiosa, y bajo estrictas medidas de seguridad, que tendrá lugar en el castillo Sa Fortalesa. Hablamos de una propiedad privada del siglo XVII, de más de 80.000 metros cuadrados, que está situada en la península de Punta Avançada, en el Puerto de Pollensa, y que, atención, cuidado, se alquila por la módica cifra de 40.000 euros al día, sin incluir las habitaciones.
Un enlace, organizado por la empresa catalana Sophie Kors, en el que, al igual que pasa en las bodas de otros vips, los teléfonos móviles estarán prohibidos y los trabajadores, que se encargarán de atender tanto a los invitados como a los novios, tendrán que firmar un contrato de confidencialidad para no desvelar nada de lo que ocurra en el gran día entre Nadal y Perelló. Un día, por cierto, en el que los invitados se pondrán las botas con la comida que preparará la chef mallorquina Macarena de Castro, quien tiene una estrella Michelin. ¿Se respetará la privacidad de los novios? ¿O pasará como en la boda de Feliciano López, en donde uno de sus mejores amigos le traicionó con el teléfono móvil?