Se llama Enric Espinosa y saltó a la fama por ser el protagonista de la campaña de la telefónica Airtel de 1997. Sí, aquella en la que un niño llamaba por teléfono y decía aquello de “Hola, soy Edu, feliz Navidad”. Hoy, Edu, convertido en empresario, relata el duro precio de la fama y lo mal que lo pasó a raíz de su éxito precoz.
Espinosa, nacido en 1990, es el responsable de la consultora tecnológica Agencia Ninja. Pero vuelve a la pequeña pantalla –ahora con Volkswagen— dos décadas después de aquel anuncio que, en su día, fue el más visto de la historia de la televisión y cuya frase todavía recuerdan en muchas casas estas navidades.
Sufrió 'bullying'
Recientemente, Enric Espinosa ha acudido al plató de Sálvame (Telecinco) para contar la otra parte de la fama. Tenía apenas 7 años cuando se convirtió “en una estrella”. “Me llevaban en coches con cristales tintados”, explica. En esta línea, asume que “no estaba preparado para esa fama” y que algunos niños de su edad le “insultaban” y llegaban incluso “al contacto físico”. Sufrió bullying.
Durante su infancia, cambió varias veces de colegio. Pasó, entre otros centros, por la Escola Pia de Caldes de Montbui (Barcelona), donde era muy querido pero apenas estuvo un curso antes de poner rumbo a otro lugar.