La llegada del Mundial 2018 a Rusia ha hecho recordar algunas historias de su pasado que puede que mucha gente desconozca. Como aquella vez que Julio Iglesias fue vetado por la URSS por “neofascista”.

Han sido muchos internautas los que han vuelto a sacar a la luz una lista negra en la que figuran numerosos artistas y grupos musicales de la época “cuyos repertorios incluyen composiciones ideológicamente nocivas” según los dirigentes soviéticos. En un listado distribuido por los dirigentes del Partido Comunista en enero de 1985 figuran nombres tan ilustres como los de AC/DC o Julio Iglesias.

Neofascista

Precisamente tanto AC/DC como Julio Iglesias comparten el "honor" de ser calificados como “neofascistas” por la URSS, por lo que se recomendaba que sus canciones no fueran puestas en las radios de la URSS.

No fueron los únicos artistas vetados en las ondas soviéticas. Alice Cooper fue considerado violento, al igual que Black Sabbah, Scorpions, Iron Maiden o Village People. Por su parte, Tina Turner o Donna Summer tenían el calificativo de "sexuales" y "eróticas". La razón que se esgrimió para que Pink Floyd apareciera en la lista negra fue que "interfería con la política exterior de la URSS", mientras que los Sex Pistols y los Ramones eran considerados "punks", Judas Priest "anticomunistas" y "racistas", Kiss "nacionalistas" y a Van Halen se le acusaba de hacer "propaganda antisoviética".

Tiempos pasados

El Komsomo, la organización juvenil del Partido Comunista, fue la encargada de redactar esta selección de artistas, tal y como se cuenta en el libro "Everything was forever, until it was no more" de Alexei Yurchark, catedrático en Berkeley y experto en cultura popular e ideologías.

Los tiempos han cambiado, la URSS es historia y las canciones de los artistas que figuran en esta lista han vuelto a sonar en las radios rusas. Prueba de ello es Alice Cooper, que recientemente actuó en Moscú y recordaba esta lista en su perfil de Twitter: