Créditos: Castillo de Cardona, uno de los rincones por descubrir / Mikipons en Creative Commons

Créditos: Castillo de Cardona, uno de los rincones por descubrir / Mikipons en Creative Commons

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Rincones mágicos de Cataluña plagados de historia

Diferentes espacios situados en entorno único cuyo impacto histórico, y su belleza, es su principal atractivo

4 noviembre, 2019 11:27

Repartidos a lo largo de diferentes puntos de la geografía catalana, es posible disfrutar de determinados rincones plagados de historia, y belleza, capaces de sorprender a cualquiera. Más allá de los monumentos y atractivos más conocidos, existe una amplia oferta de espacios que merece la pena conocer.

Un recorrido en busca de las mejores opciones para disfrutar de una perspectiva única de la Cataluña no tan conocida, pero que bien merece la pena visitar.

El Berguedà, Barcelona

El Berguedà es una comarca de Cataluña que pertenece a Barcelona. No es tan conocida como otras localidades de la provincia, pero su carácter medieval y el entorno histórico en el que se asienta son dos de los motivos que convierten este lugar en un espacio muy especial, repleto de encanto. Así que se trata de una de las mejores oportunidades, sin salir de la provincia, para conocer una de las localidades que parecen haber desafiado al paso del tiempo. 

En el ámbito histórico siempre ha sido una de las zonas con menor población de la región. En el año 1860 tenía censados 31.544 habitantes, que descendieron hasta los 23.257 en el año 1887. Actualmente, según datos del padrón municipal del año 2016, habitan en esta zona un total de 39.178 vecinos. Para los amantes de la naturaleza, es importante destacar que en el Berguedà es el punto donde comienza el Camí dels Bons Homes, una de las rutas más famosas de Cataluña que se utilizó entre los siglos XIII y XIV para huir de la Inquisición.

Castillo y montaña de Sal, en Cardona

Cardona pertenece a la provincia de Barcelona y es una de las ciudades más conocidas del interior de Cataluña. Su principal atractivo es la fortaleza que se asienta en su interior, actualmente convertida en uno de sus principales atractivos turísticos y el motivo por el que cada año recibe a cientos de personas en busca de empaparse de parte de la historia viva de la región. 

Créditos: Castillo de Cardona por Paradores con licencia Creative Commons 4.0

Créditos: Castillo de Cardona por Paradores con licencia Creative Commons 4.0

Durante la década de los noventa, Cardona vivía de la sal. Asentada sobre una explotación de sal sódica y potásica, los vecinos vivían en su gran mayoría del trabajo que realizaban sobre ella. Sin embargo, la mina terminó cerrándose a consecuencia de la falta de rentabilidad, motivada por la bajada de los precios. De esta manera, todas las galerías y demás instalaciones que se situaban en la localidad y que se usaban para explotar el comercio de la sal terminaron adaptándose para explorarlos turísticamente. Actualmente es posible disfrutar de las diferentes galerías, pasadizos y bóvedas situadas a más de 80 metros de profundidad. 

Solsona, en Lleida

Pese a no ser tan conocida como otras localidades medievales que se asientan en Cataluña, Solsona es una de las ciudades de la región con mayor encanto. El casco antiguo de la ciudad parece haber permanecido inherente al impacto del paso de los años, respirando un aire de sosiego y de naturalidad impropio del siglo actual. Conformando una estampa única repleta de encanto y de belleza.

A lo largo de toda su extensión es posible disfrutar de diferentes murallas, castillos y palacios que despiertan el interés de cualquiera. Se trata de una población que proporciona una oportunidad única para empaparse de la historia que ha vivido el pueblo catalán y del recorrido que ha tenido que realizar hasta convertirse en lo que es actualmente. 

Camino Real de Arán, en Lleida

La Vall d'Aran es una de las comarcas de mayor belleza de toda esta zona de Cataluña. Es el único valle del Pirineo español que desagua hacia el norte y entre sus principales atractivos destaca la gran cantidad de espacios verdes que se concentran a lo largo de toda su extensión. 

Junto al río Garona, en el valle todavía se puede disfrutar de diferentes tramos del conocido Camino Real, un conjunto de caminos que durante muchos siglos se convirtió en la única manera de poder comunicar las diferentes localidades de la región. Actualmente, los amantes del deporte y de la naturaleza acuden a ella a disfrutar de la belleza de sus paisajes y del legado histórico que desprende, posicionada como una de las rutas senderistas más demandadas. Especialmente durante los meses de invierno.