Una ruta para conocer lo mejor de un destino turístico no siempre se puede hacer a pie. En coche también es posible hacer recorridos igualmente bellos parando en rincones clave y descubriendo la magia de una zona. Una opción elegida para aquellos a los que el senderismo no les atrae del todo, buscan comodidad o bien tienen pocos días de vacaciones y no quieren perderse nada. Y un buen lugar para hacerlo es el Prepirineo catalán a través de algunas de estas rutas.
Por delante kilómetros y kilómetros para descubrir los encantos de un incomparable rincón lleno de bosques, lagos, paisajes que asombrarán a todo aquel que mira por la ventanilla del coche y restos de un rico patrimonio histórico. Esto es el Prepirineo, la franja de los Pirineos situada más al sur de toda la cordillera y cuyas montañas y picos no llegan a 2.000 metros de altitud.
Isona y los dinosaurios
Si en este viaje uno va acompañado de los más pequeños de la casa, una buena idea de partida es acercarse hasta el encantador municipio de Isona, famoso por contar con yacimientos en lo que antes era el hábitat de los dinosaurios que poblaron esta zona hace millones de años. Lo mejor para hacer ese traslado al pasado es visitar los más conocidos del lugar, como es el caso de la Posa, Orcau, Suterranya y Basturs.
Precisamente, en este último espacio uno puede parar el coche y contemplar todo un espectáculo de la naturaleza como son los lagos cársticos de Basturs, o lo que es lo mismo, dos lagunas creadas de las aguas subterráneas del acuífero de la Conca Dellà y que trasladan al visitante tiempo atrás; concretamente 100.000 años atrás. Junto con los lagos de Banyoles, los de valle de San Miguel de Campmajor y de la Laguna de Montcortés forman las cuatro zonas húmedas más conocidas de Cataluña con este peculiar origen.
Ahora, en kayak
Siguiendo la ruta, y si aprieta el calor, otra opción para conocer esta zona del Prepirineo es dirigir el automóvil hacia el embalse de Terradets para disfrutar de lo lindo de las actividades náuticas que se pueden hacer en este lago, o bien cambiar de medio de transporte y alquilar un kayak para recorrer toda esta zona sin salir del agua.
Otra buena idea es pasear alrededor del embalse para contemplarlo en todo su esplendor. Un trayecto que no lleva mucho tiempo, apenas son tres kilómetros, y que se puede recorrer con toda la familia mientras se admiran las bellas vistas que se ofrecen desde el cercano mirador de la Pineda. Desde aquí se observa este mágico enclave de la comarca del Pallars Jussà entre los municipios de Llimiana, Gavet de la Conca y Castell de Mur, y cuya construcción hizo que desapareciera bajo sus aguas el monasterio de San Miguel de Cellers, o del Congost, fundado en el siglo XII.
Los condes de Pallars
Estas rutas en coche por esta zona del Prepirineo catalán tienen unos protagonistas que trasladan al visitante hasta el medievo. Es el caso de los condes de Pallars, que además de fundar el edificio religioso antes mencionado, eran también los dueños de otro punto clave en este recorrido que bien merece bajarse del coche. Es el caso del castillo del siglo XI que se encuentra junto a la colegiata de Santa Maria de Mur y cuyos muros hablan de la resistencia ante la conquista musulmana.
Consagrado en el año 1069 por el obispo Guillem de Urgell, este santuario fue declarado monumento histórico artístico en el año 1920 y parte de su reclamo turístico reside en su estilo a medio camino entre el románico y el lombardo para dar vida a las tres naves cubiertas por una bóveda de cañón separadas por pilares y tres ábsides semicirculares. Una visita donde además se puede contemplar una réplica de las antiguas y verdaderas pinturas murales que se encuentran repartidas entre el Museo de Bellas Artes de Boston y el Museo Nacional de Arte de Cataluña de Barcelona.
Un broche perfecto
¿Hay mejor forma de terminar una ruta turística en coche que hacer un alto en el camino al caer la noche para mirar las estrellas? Es posible si uno se acerca hasta el parque astronómico del Montsec. Y es que las condiciones únicas de calidad que tiene este cielo, sin que apenas haya rastro de contaminación lumínica, hacen de este rincón un entorno de lo más favorable para descubrir los secretos de la astronomía.
Un lugar que asombrará a toda la familia y que ofrece desde proyecciones en 3D en su cúpula de 12 metros, exposiciones, visitas guiadas tanto diurnas como nocturnas, conciertos bajo las estrellas, un festival de astronomía y todo un amplio catálogo de actividades lúdicas y de lo más divertidas para sus pequeños visitantes.