Falta nada para el comienzo del mes de mayo y con él la llegada de una fecha muy especial a nivel familiar. El primer domingo de este nuevo mes se celebra el Día de la Madre. Una oportunidad para demostrar a una madre todo el cariño y afecto y, de paso, tener con ella algún que otro detalle especial. Y aunque todos los días son importantes para decirle a una madre cuánto se la quiere, no está de más al menos dedicarle un día al año para que ella sea la protagonista.
Y nada mejor que, además, esforzarse un poco en buscar ese regalo que lleva tiempo deseando, que le hará mucha ilusión o que, incluso, la sorprenda por curioso. Y en este último punto es donde entran algunos de los detalles más originales y que van un paso más allá del típico ramo de flores, una caja de bombones, un pañuelo, un delicado perfume o alguna joya con una frase emotiva grabada en ella. Seguro que le encanta.
El origen del Día de la Madre
Para conocer el origen de este día tan entrañable uno tiene que remontarse hasta la Antigua Grecia. En aquella lejana época se festejaba esta jornada festiva a modo de homenaje a la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades, de nombre Rhea. Un día que tomó tal relevancia que también fue acogido por la tradición romana. Sin embargo, en este caso la celebración se denominó como la Hilaria y tenía lugar cada 15 de marzo cuando se daba paso a una serie de días en los que se hacían varios ofrecimientos en el templo de Cibeles.
Para encontrar el origen de la actual fecha (entre el primer y segundo domingo de mayo según el país) del Día de la Madre uno tiene que trasladarse hasta 1870 a la ciudad de Boston. Fue entonces cuando se celebró una manifestación y una celebración religiosa en las que participaron madres de familia víctimas de la guerra de Secesión americana. Aunque en España se empezó a asociar el día de la maternidad con el 8 de diciembre, desde hace tiempo se mantiene la fecha actual para asociarlo al mes símbolo de las flores y del renacimiento tras el invierno.