La pandemia de coronavirus ha causado y sigue causando estragos en la hostelería, donde cientos de negocios están teniendo importantes pérdidas e incluso se han visto abocados a cerrar.
Por el contrario, hay otros emprendedores que han visto una buena oportunidad para asumir negocios de restauración durante el año que acaba de comenzar. Y es que quizás sea un buen momento para hacerse con nuevos clientes que están ávidos por volver a salir con asiduidad.
Cerraron sus puertas
Entre los establecimientos que han echado el cerrojo los hay de todo tipo y condición, ya que la crisis sanitaria y económica no ha hecho excepciones con nadie. En Barcelona hay unos cuantos clásicos que se han visto obligados a cerrar sus puertas.
Un ejemplo de ello ha sido Sergi de Meià, un restaurante que destacaba por la labor del cocinero que le da nombre y sus elaboraciones con productos de proximidad. De igual modo, Monvínic también ha dicho adiós a la actividad después de ser todo un referente por la calidad de su cocina y de su vinoteca.
Más abandonos
Otro ejemplo de local que ha tenido que cerrar sus puertas ha sido Mercè Vins, un clásico del Barrio Gótico donde se ofrecía buena comida casera. Muy diferente era Shibui by Shiaadi, uno de los mejores exponentes de la cocina japonesa en la Ciudad Condal que después de 15 años ha tenido que finalizar su periplo por la gastronomía barcelonesa.
A estos dos se les han unido tanto 130 Restaurant, donde el chef Carlos Novo daba lo mejor de sí mismo con una cocina de autor muy definida; como el restaurante colombiano Macondo, una de las mejores elecciones cuando se trataba de probar la mejor cocina caribeña.
El adiós de referentes
También ha dicho adiós el mestizaje de Gutai BCN, un gastrobar asiático donde era posible probar una gran variedad de platos que apostaban por la fusión y la originalidad. Claro que no todos los adiós se han producido en Barcelona. En toda España, desgraciadamente, han habido clausuras que para muchos han resultado incluso inesperadas.
Quizás uno de los casos más sonados ha sido Zalacaín, todo un templo culinario en Madrid que atesoraba hasta tres estrellas Michelin. Fundado por Jesús María Oyarbide en 1973, la noticia de su cierre ha causado una fuerte impresión en la comunidad gastronómica.
La capital, muy afectada
Como puede resultar casi obvio, en Madrid, donde existe una gran oferta, los estragos del coronavirus han hecho mella en numerosos negocios. Además del Zalacaín, 99 KO Sushi Bar ha tenido que acabar su labor culinaria después de 13 años ofreciendo una gran variedad y calidad del producto más típico de Japón.
Punto MX es otro de los restaurantes que no han conseguido superar la pandemia del Covid-19, y eso que el chef Roberto Ruiz había creado una carta de comida mexicana de altos vuelos a la que era muy complicado resistirse.
Dos nombres muy populares
Aparte de la alta cocina, hay otros locales que eran sumamente populares en la capital que no han resistido el momento complicado provocado por las restricciones de movilidad. Uno de ellos es el Hard Rock Café Madrid, que llevaba abierto desde 1984 en la Plaza de Colón.
Por otro lado, una de las cafeterías-pastelerías que más éxito tenían en el centro madrileño era Mamá Framboise, de manera que ya no será posible probar sus estupendos dulces.
Nuevas aperturas
Pero no todo son malas noticias en el sector de la restauración. También están planeadas algunas aperturas que son muy esperadas en un segmento que busca cualquier buenanueva como agua de mayo.
Sobre todo ello se ha pronunciado recientemente la revista Sobremesa, un referente en la gastronomía de nuestro país, donde apuntan la posibilidad de que Zalacaín volverá a abrir sus puertas con nuevos inversores. Asimismo, en Barcelona se espera la inauguración del restaurante Molino de Pez --perteneciente al Grupo La Ancha--, en la Diagonal a la altura del Paseo de Gracia.
Otras aperturas previstas son el Mandarin Oriental Ritz, Carbón Negro, O’Clock y Ciclo en Madrid, Nublo en Haro (Rioja), Ambivium en Laguardia (Álava) y unos cuantos más que no tienen aún denominación definitiva. Ahora solo falta que la situación mejore y la hostelería en general se recupere.