La croqueta es una de las tapas que más fieles tienen y no es de extrañar porque cuando están bien hechas dan lugar a un bocado exquisito al que pocos pueden resistirse. Además, cuentan con la opción de elaborarse con todo tipo de sabores, de manera que responden a los deseos de casi cualquier comensal.
Su base es la bechamel, una salsa que se acompaña con cualquier otro alimento y que se recubre con una cubierta crujiente. De hecho, el término croqueta proviene del verbo francés croquer, cuyo significado es crujir.
El origen de la croqueta
Buceando en los orígenes de este plato o aperitivo --antes de mostrar cuáles son algunas de las croquetas más deliciosas de Barcelona--, cabe señalar que es algo incierto, ya que hay quienes aseguran que nació en España y otros que lo hizo en Italia, en la corte de Catalina de Médici. Sin embargo, la opinión más generalizada es que la croqueta nació en Francia, en tiempos del rey Luis XIV, ya que por entonces el Rey Sol contaba con la labor del aristócrata Louis de Bechamel en las cocinas de Versalles.
Y como su nombre indica, él fue el creador de la salsa que dio origen a la croqueta. Eso sí, no se tiene constancia de servirla en un banquete hasta que el cocinero Antoine Cámere la incluyera en un menú dedicado al archiduque de Rusia. Afortunadamente ya no es una delicia solo apta para paladares adinerados y cualquiera puede disfrutarlas en los siguientes lugares.