Nadie duda de que Sitges es una de las poblaciones más turísticas de Cataluña. Ya sea por su playa, por el canto de su casco urbano, por el famoso Festival de Cine o incluso por sus carnavales, lo cierto es que visitar esta localidad barcelonesa siempre resulta atractivo para cualquiera.
Tampoco hay duda del compromiso de Sitges con la cultura, de ahí que no resulte extraño que cuente con interesantes museos que recorrer cuando se realiza una visita. Y es que, aunque sea una parte menos conocida del municipio, resulta tanto o más interesante que otras actividades más populares.
Museo del Cau Ferrat
Entre los museos más destacados de Sitges hay que mencionar este fundado por Santiago Rusiñol en el año 1893, donde el artista reunió colecciones de arte antiguo (pintura, hierro forjado, cerámica, vidrio, arqueología, escultura y mobiliario) y de arte moderno (pintura, dibujo, escultura), entre las que se pueden presenciar tanto sus propias obras, como otras de apellidos tan ilustres como Casas, Picasso, R. Pichot, Mas i Fontdevila o Zuloaga, entre otros muchos.
Tal fue la relevancia que adquirió el espacio creado por Rusiñol que fue considerado un auténtico templo del modernismo donde se daban cita todo tipo de artistas. Por lo tanto, cualquier amante del arte que visite Sitges, no puede dejar de entrar en Cau Ferrat.
Museo de Maricel
Otro de los museos dedicados al arte es el de Maricel, en el que se puede presenciar un itinerario que transcurre desde el siglo X hasta la primera mitad del siglo XX, con obras de Jesús Pérez-Rosales y de la Villa de Sitges. La visita a este museo, por lo tanto, ofrece una amplia variedad de obras de arte.
Comienza con esculturas y retablos pertenecientes al Románico y al Gótico, las cuales se complementan con mobiliario y obras de cerámica. A continuación, hay espacio para las colecciones de cerámica y mobiliario del Renacimiento y del Barroco, para pasar a la antigua habitación de Charles Deering, donde se expone una selección de pintura y mobiliario de los siglos XVII y XIX. Finalmente, llega el espacio del Neoclasicismo, del Romanticismo, del Realismo, de la Escola Luminista y por supuesto una sala dedicada al Modernismo.
Museo Romántico
Situado en un edificio de estilo neoclásico de 1793, este museo también es conocido como Can Llopis debido a que era el nombre del primer propietario: Manuel Llopis i Falç, perteneciente a una de las familias más adineradas de Sitges. No en vano, los Llopis se caracterizaron por el comercio de vinos, aguardientes y malvasía.
A partir de que el último heredero de la familia cediera la casa a la Generalitat de Cataluña para convertirla en museo, se trabajó en la apertura del mismo, aunque no fue hasta 1949 cuando pudo llevarse a cabo. De la casa original se conserva tanto la estructura como la decoración de los muros. Además, se pueden observar pinturas de Pau Rigalt y una Colección de Muñecas de Lola Anglada.
Palau de Maricel
Otra de las visitas fijas que hay que hacer cuando se recorre Sitges es la del Palau de Maricel, donde es posible pasear por estancias tan bellas como el Saló d’Or, el Saló Blau, la Sala Capella o la Sala Vaixells --sin olvidar el claustro--.
En la actualidad se realizan en él diversos acontecimientos de índole institucional o cultural. Pero se pueden visitar las diferentes salas, la terraza y el claustro. Asimismo, en verano suele haber un programa ampliado con conciertos de castañuelas y las llamadas Cenas de Luna.
Fundació Stämpfli
La quinta parada de este recorrido lleva al visitante hasta este centro que reúne una colección de arte contemporáneo. Esta fundación la exhibe en sus instalaciones, situadas en la Plaça de l’Ajuntament de Sitges. El fondo artístico de la misma cuenta con 90 obras de 60 artistas de 22 nacionalidades. Dispone de tres salas, en las que no solo se expone su colección habitual, sino que en ellas también se realizan exposiciones monográficas. Sobre la actual exposición, cabe señalar que tiene 36 obras que se estructuran en cuatro ámbitos: figuración narrativa, abstracción, universos particulares de diferentes artistas y obras que ponen su acento en nociones numéricas y de cantidad.
Además, quienes acudan a Sitges tendrán la oportunidad de visitar la Casa Bacardí, hogar del fundador del famoso ron cubano, y el CIM o Centro de Interpretación de la Malvasía, en el que se puede conocer la historia de esta bebida.