La tradición florista de Barcelona queda clara con un simple paseo por las Ramblas o visitando algunas de las numerosas floristerías que alberga la ciudad. Y no es de extrañar si se tienen en cuenta algunas tradiciones como la de regalar una rosa en el día de Sant Jordi.

A fin de cuentas, la leyenda dice que cuando el caballero mató al malvado dragón, de la sangre de la bestia creció un rosal. Fue entonces cuando Sant Jordi cortó la rosa más hermosa de todas y se la entregó a la princesa que iba a ser devorada.

Las flores de las Ramblas

Como cualquier barcelonés sabe, las Ramblas han sido sinónimo de flores a lo largo de los siglos. Y eso que en la Edad Media la zona solo era una riega que transcurría pegada a la muralla. Aquellos tiempos quedaron atrás y cuando se edificó, comenzaron a construirse los primeros puestos de ventas, muchos de los cuales estaban dedicados a la comercialización de flores.

Aún hoy quedan vestigios de esta tradición, aunque, a decir, verdad, hay muchas otras floristerías que bien merecen una visita a lo largo y ancho de la Ciudad Condal.

Familias de floristas

Maria Ponsà Flors. La primera de las floristerías destacadas se halla precisamente en la Rambla Cataluña. Se trata de un establecimiento regido por una familia que ya trabajó en los jardines de los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII. Así que, ni que decir tiene que su experiencia les permite ofrecer todo tipo de consejos a los compradores y visitantes que se pasan por esta pequeña tienda.

Floristerías Navarro en Barcelona / Vasiliy Galushko EN UNSPLASH

Flores Navarro. Con más de 65 años de experiencia en el cultivo de flores y en la jardinería, este negocio familiar situado en la calle Valencia es todo un clásico en Barcelona. Ellos mismos aseguran que son conocidos como el “jardín de la ciudad” y tanto su amplio catálogo de flores como la facilidad que le ofrecen a los clientes y visitantes avalan tal denominación.

 

Visitas imprescindibles

Tiësto. Alejada de la parafernalia más típica que envuelve al mundo florista, esta tienda situada en la calle de Balmes apuesta por un toque mucho más contemporáneo pero no por ello carente de atractivo. Además, se enorgullecen de que el comprador encontrará lo que generalmente no consigue hallar. Y es que para ellos no solo es importante la flor, sino también los objetos que las sostienen, la tierra, el agua e incluso el papel con que se envuelven.

Herbs. Esta floristería situada en el Born (concretamente en la calle Rec) es una de las más famosas de la ciudad gracias a la variedad de su oferta. Eso sí, acudir al local donde realizan unos trabajos que destacan por su originalidad sin duda vale la pena, pues el visitante se topará con un espacio diáfano lleno de flores y plantas tan atrayente como agradable. Cabe señalar que Herbs cuenta con más de 300 referencias de flores exóticas, lo que da buena muestra de su experiencia.

Auténticos vergeles

Bornay. Creatividad, innovación y saber hacer se unen en esta floristería que ocupa el espacio de un antiguo invernadero. Y es precisamente este uno de los puntos fuertes para elegirlo como lugar que visitar en busca de las flores más bonitas de Barcelona. Claro que habrá que hacerlo con cita previa. Space Bornay se encuentra en la calle Melcior de Palau.

Gang and the wool. Esta floristería (aunque quizás este término se le quede corto) es una auténtica obra de arte que ha pergeñado Manuela Sosa. Y no es de extrañar si se tiene en cuenta que su creadora se ha forjado un nombre en la dirección de arte y en la producción y el montaje de exposiciones. Para visitarlo hay que pedir cita previa, pero valdrá la pena para disfrutar de un espacio único en Barcelona.

La rosa como símbolo

Au nom de la rose. Parafraseando a la famosa novela de Umberto Eco en su título, este comercio cuenta con todo tipo de flores, aunque como no podría ser de otra manera, está especializado en la venta de rosas (no, no se sitúa allí donde cayó muerto el dragón de Sant Jordi) y de todo tipo de productos relacionados con esta flor.

Au nom de la rose está situada en la calle Valencia y en ella se puede asistir a talleres para descubrir los secretos de los buenos floristas.