Con la llegada del verano y tras la reclusión, son muchas las personas que piensan en hacer dieta, la conocida como operación bikini. Pero con la concienciación sobre los problemas del medio ambiente son cada vez más los que quieren seguir una alimentación más sostenible.

Se trata de consumir productos de proximidad y, sobre todo, de tratar de contaminar menos con los alimentos que se consumen. Para conseguirlo, es importante seguir algunos pasos.

Proximidad

Una de los primeras medidas es sin duda el consumo del producto local. Esto conlleva varios puntos positivos. En primer lugar, está próximo del punto de venta por lo que su distribución implica menos emisiones de CO2 durante su transporte. Por otro lado, el producto llega más fresco.

Esto implica también que cuando uno está de viaje, ahora que se vuelven a abrir las fronteras tras la crisis del Covid-19, se consuma productos propios del lugar. Para contribuir a la sostenibilidad de esa zona que afecta también al resto del planeta.

Reutilización

Otra medida a seguir es comprar productos que vengan en recipientes reutilizables y/o reciclables. Para eso es necesario fijarse en la procedencia del envase y si tiene el símbolo que indica de su posibilidad de reciclarse. Una medida que puede llevarse más allá y usar este tipo de envases u otros reutilizables y/o biodegradables para ir a la oficina, a casa de amigos o de excursión.

La utilización de envases biodegradables enlaza con otra recomendación: la de reducir la huella ambiental de la actividad humana en el medio ambiente. Esto, que se conoce como filosofía zero waste (desperdicio cero, en inglés), quiere evitar el desperdicio de alimentos. Es decir, tratar de reutilizar los productos que no se consumen el mismo día de cocinarlo, darle una segunda vida.

Conservación y planificación

Dichas medidas enlazan con la conservación de alimentos. Almacenar y tratar los productos de manera que, sin necesidad de mucha intervención, para mantener al máximo posible su sabor y sus propiedades, así como su alargar su fecha de consumo.

Otro paso adecuado es planificar las comidas. Organizarlas con previsión, para evitar comprar en exceso y no tener que tirar productos porque ha pasado su fecha de caducidad.