En el ámbito corporativo, cada vez son más las empresas que apuestan por perfiles profesionales capaces de enfrentarse a diferentes tareas de diversos orígenes al mismo tiempo, sin que su rendimiento se vea afectado por ello. El conocido como multitasking, multitarea en castellano, se ha convertido en uno de los términos de moda dentro del sector de los negocios.
Pese a que el ser humano, por naturaleza, siempre ha sido capaz de realizar varias tareas en su día a día, el creciente interés de las empresas del panorama nacional e internacional ha provocado que cada vez existan más perfiles que apuestan por mejorar sus habilidades para enfrentarse a todo tipo de situaciones. Una selección de principios a partir de los cuales es posible desarrollar esta vertiente profesional.
La planificación, uno de los aspectos clave
Uno de los principios más importantes de esta nueva forma de entender el ámbito laboral versa en torno a la planificación de las tareas. Mediante una correcta identificación de los objetivos que se desean alcanzar, los trabajadores pueden mostrar una mayor predisposición a realizar varias tareas de manera simultánea, sin que su rendimiento se vea afectado por ello, ya que en todo momento tendrán en el horizonte aquello que deben conseguir mediante la correcta ejecución de sus funciones.
Mediante la planificación se permitirá obviar al máximo uno de los aspectos que hay que evitar para beneficiarse de las ventajas del multitasking: la dispersión sufrida por los trabajadores. Una de las rutinas que pueden ayudar al trabajador a no desviarse de los objetivos que tiene que alcanzar durante su jornada laboral es dedicar unos minutos, antes de comenzar el día, a escribir todas las tareas que debe cumplir.
Evitar los cambios de tarea
Mentalmente, uno de los momentos en los que el cuerpo humano tiende a sufrir durante la correcta ejecución del multitasking hace referencia a los cambios de tareas entre las que no existe un nexo de unión. En este caso, la baja eficiencia en el rendimiento de un trabajador provoca que uno de los principios del multitasking se preocupe por la agrupación de tareas similares.
Mediante esta agrupación, la mente de los trabajadores no tendrá que enfrentarse a la saturación que supone tener que cambiar de una tarea a otra, permitiendo hacer la transición de una manera mucho más sencilla para cada cerebro y organización personal.
Huye de la distracciones
Las distracciones son el principal enemigo en el ámbito laboral, a consecuencia de la pérdida de productividad que ocasionan en las personas. En este sentido, cobra especial relevancia rodearse de un entorno lo suficientemente tranquilo como para huir al máximo de ellas. Trabajar para agrupar las tareas de similar naturaleza, el cerebro tendrá una menor tentación de caer rendido a las distracciones típicas del día a día.
En los últimos años, uno de los desafíos que han puesto en jaque la estabilidad en el trabajo es el constante uso del móvil y la gran cantidad de distracciones que acarrea su actividad, a través de las diferentes notificaciones que reciben los usuarios. Establecer horarios para poder consultar el teléfono móvil o programar el modo de 'No molestar' pueden ser dos buenas acciones para evitar todos los problemas que conlleva dicho hábito, cada vez más frecuente.
Comprueba el estado de las tareas
El multitasking no tiene por qué traducirse en un estrés para el trabajador. Por ello, es conveniente durante la jornada laboral dedicar varios momentos del día a comprobar el estado de cada una de las tareas que se están llevando a cabo. Reprogramar determinadas acciones puede ser un aspecto clave a la hora de apostar por los beneficios de la multitarea.
En las situaciones en las que este trabajo no avance al ritmo esperado o existan una serie de condicionantes que provoquen esa disminución del ritmo, seleccionar determinados aspectos y programarlos para la próxima jornada puede ser una de las mejores soluciones para no caer rendidos a los problemas ocasionados por el estrés. Recuerda que el objetivo de la multitarea es mejorar la calidad del trabajo, no lo contrario, así que hay que diseñar este método a favor del empleado.