El Louvre protege 250.000 obras a consecuencia del desbordamiento del Sena

Conocido mundialmente tanto por la cantidad de obras que alberga como por la calidad de las mismas, el museo parisino de El Louvre ha iniciado hace unas semanas uno de los planes más ambiciosos que ha abordado a lo largo de los últimos años: el traslado de todas las obras que se encontraban en el sótano del edificio. Las continuas crecidas del río Sena comenzaban, ahora así, a suponer una amenaza para su conservación.  

Será durante los próximos cinco años cuando el museo irá desplazando, de manera paulatina, las 250.000 obras que se encuentran en archivadas en sus instalaciones. Un sótano que, debido a los problemas de humedad y al peligro de que en algún momento llegara a inundarse, ya no era un espacio seguro para su descanso. 

Desde el año 2002

Fue en el año 2002 cuando la policía francesa alertó al museo de la necesidad de encontrar un lugar en el que trasladar el conjunto de piezas que tenía en su interior. Las amenazas de desbordamiento por parte del río Sena amenazaban la conservación del patrimonio artístico que se encuentra en su interior.

Sin embargo, fueron las inundaciones de junio del 2016 las que evidenciaron la urgencia de tomar una decisión al respecto. Durante esta inundación, el Louvre tuvo que cerrar sus puertas durante cuatro días para agilizar la evacuación. Sin embargo, ahora parece que la medida es definitiva.

Espacio de conservación

En apenas dos años, el Louvre ha llevado a cabo la construcción de su Centro de Conservación, que la semana pasada abrió sus puertas por primera vez. Este nuevo espacio está destinado únicamente a la conservación del fondo artístico con el que cuenta el museo. Y su acceso queda reservado exclusivamente a los investigadores que, previa autorización, necesiten acceder a algunas de las obras que allí descansan. 

El traslado de las obras comenzará a finales de este mismo mes, y se hará de manera paulatina hasta el año 2024, cuando se espera que hayan podido dar salida al total de obras que se encuentran en peligro. Sin embargo, dado el volumen con el que tienen que trabajar, es posible que el traslado puede alargarse unos cuantos años más.