Los hindúes creen que la felicidad se puede conseguir con unos sencillos pasos. De hecho, cuenta la leyenda que en un antiguo reino un hombre era el único feliz, cosa que despertó el interés y la envidia de casi todo el mundo. Los pobres le suplicaron y los ricos le intentaron comprar ese secreto, que ellos pensaban que se encontraba en un cofre, pero él siempre se negó. 

Un día, un joven se acercó al niño, y al ver la inocencia en su rostro, el hombre decidió confesarle cuál era ese camino prometido hacia la felicidad. Le confesó que el camino era como una escalera, y que cada paso hacia ella requería un nuevo aprendizaje. Fue así como le mostró las 7 claves para conseguirlo

1. Cultivar amor propio 

Lo primero que hay que hacer es quererse a uno mismo. Amor propio significa sentirse merecedor de esa felicidad y para ello es necesario darle valor a nuestra vida y cuidar de nuestra salud y bienestar físico. 

Para ello, hay que comprender que somos seres únicos en el mundo. Cada uno de nuestros defectos y nuestras virtudes son como consecuencia de una historia universal única y que ni estamos por encima ni por debajo de nadie, solo somos distintos.

2. Actuar y poner en práctica

Una de las cosas que generan más infelicidad es pensar en ser mejor o en una vida mejor, pero dejarlo en un pensamiento imposible de alcanzar. Esa situación genera frustración y culpa, así que si crees que puedes o debes hacer algo tienes que hacerlo. 

Es muy importante que los actos sean consecuentes con nuestras palabras y pensamientos. Si piensas de una forma pero actúas de otra, solo generarás una confusión que puede derivar en infelicidad

3. 'Stop' envidia

La envida lleva a la amargura, hay que desterrar el sentimiento que nos hace estar pendientes de los logros de los demás antes que de los propios. Nunca saber en qué contexto consiguió esa persona su posición actual. No eres nadie para juzgar si se merece ese premio o, por contra, ha sido inmerecido. 



En lugar de pensar en lo que los demás logran o no, ocúpate de lo tuyo. Si dejas que en tu corazón nazca la envidia, sufrirás. Y será un sufrimiento inútil y destructivo. Si logras ser feliz con lo que otros logran, tu felicidad será doble.

4. Fuera el rencor

Los resentimientos por situaciones que nos han generado perjuicios o daños mentales o personales. A veces recibimos afrentas y son tan fuertes que el dolor se queda enquistado en el corazón. Acabas siendo portador de un sentimiento muy negativo y eso termina paralizándote.



El rencor es otra de esas pasiones inútiles, que le hace mucho daño a quien la siente. La vida tiene su propia lógica. Por eso, ante una afrenta debes pensar que quien la causó encontrará por sí solo justicia.

5. Robar tiene consecuencias

Según los hindúes, todo aquello que se toma ilícitamente de otros, trae consecuencias graves. Con el tiempo, quien cometió este acto será despojado de algo que tenga mucho mayor valor. El no respetar los bienes de los demás también hace que lo que consigas se esfume.



Esto no se aplica solamente a los bienes materiales. También tiene que ver con apropiarte de ideas, afectos o beneficios que no te correspondan. Para los hindúes, en esa falta de respeto de lo ajeno está el comienzo de la ruina.

6. Lucha contra el maltrato

Ningún ser vivo debe ser maltratado. Esto incluye a las personas y, por supuesto, también a las plantas y los animales. Quien logra relacionarse de una manera amorosa con la vida logra ser feliz. Todos los seres vivos son fuente de alegría y bienestar, por eso deben ser valorados.



Esto, como es obvio, implica una negativa radical a ser maltratado. Es bueno que te muestres firme para rechazar toda situación o persona que te maltrate. Ninguna forma de maltrato es “por tu bien”.

7. Da gracias a la vida

Es muy sencillo y tiene un efecto muy poderoso en tus emociones. Cada día tienes razones para agradecer, no lo dudes. Si adquieres el hábito de que la palabra “Gracias” sea la primera de tu día, verás cómo tu vida se llena de color. 

Este sencillo ritual cambia vidas. Cuando se convierte en costumbre, te ubica en una posición de bondad y de buena disposición hacia todo. Te hace sentir más feliz y te transforma en una persona más generosa.