Fallece la persona más vieja del mundo justo cuando logra entrar en el Libro Guinness

El corazón de Chiyo Miyako se paró el pasado domingo 22 de julio. Este fallecimiento no sería noticia de no ser porque se trataba de una mujer japonesa de 117 años, la persona viva más longeva del mundo. Una certificación que le fue otorgada por el Libro Guinness de los Récords, casualmente, justo el día de su muerte.

“Chiyo Miyako falleció justo cuando se aprobaron las pruebas de sus solicitudes para los títulos de La persona viva más longeva y La mujer viva más longeva del mundo”, explican desde Guinness World Records. Un récord que fue confirmado tras un extenso proceso de investigación y revisión de evidencias por parte de Robert Young, consultor senior de Guinness World Records para gerontología y codirector del Gerontology Research Group.

‘La diosa’

Chiyo nació en Wakayama, ubicada en la región de Kansai en Japón, el 2 de mayo de 1901. Tenía 117 años y 81 días cuando murió. Su familia decía de Chiyo Miyako que era “muy habladora”. Sus allegados se referían a ella como ‘la diosa’ y la describen como una persona “paciente y amable que trajo felicidad a quienes la conocieron”.

Foto de la familia de Chiyo Miyako (sentada, abajo a la derecha) / GUINNESS WORLD RECORDS

Foto de la familia de Chiyo Miyako (sentada, abajo a la derecha) / GUINNESS WORLD RECORDS

Su gran pasión era la caligrafía, que aprendió durante su niñez, y había estado creando obras caligráficas hasta hacía pocas fechas. Otro de sus pasatiempos favoritos era comer y sus platos favoritos eran el sushi y las anguilas. Además, al estar casada con Shoji, que trabajó para los ferrocarriles nacionales japoneses, Chiyo Miyako tuvo la oportunidad de viajar durante sus más de cien años de vida.

Buscando el nuevo récord

Después del fallecimiento de Chiyo, Guinness World Records todavía no ha confirmado quién cogerá el testigo como La mujer viva más longeva. En categoría masculina esta distinción está en manos de Masazo Nonaka, también japonés, que cumplió 113 años el pasado 25 de julio. Todavía lejos de la francesa Jeanne Louise Calment, que tiene en sus manos el récord de La persona más longeva de la historia después de haber vivido hasta la edad de 122 años (1.875-1997).