Ni aire acondicionado ni ventilador: este es el sencillo truco para enfriar tu casa sin gastar energía

'¡Calor, sudor, sigue bailando y no pare'!' Hay canciones míticas que nos trasladan a otra época, pero sobre todo nos hacen recordar las altas temperaturas a las cuáles se está sometiendo, en las últimas semanas, Cataluña y el resto de España. 

Las olas de calor son uno de los efectos más evidentes del cambio climático y del calentamiento global de la Tierra. Estas se producen cuando una masa de aire cálido de un continente llega a otro, variando las temperaturas de este último.

En el caso de España, y dada su cercanía con África, a lo largo del año, suelen asentarse masas de aire caliente que proceden del continente africano y que acaban trastocando, drásticamente, los termómetros de gran parte de la Península Ibérica.

Consejos para mantener tu casa fresca

Te damos unos cuántos métodos para enfriar tu casa, sin aire acondicionado. ¡Apunta!

Baja las persianas y corre las cortinas: Esto es imprescindible en cualquier casa, ya que si entra el sol, el calor incide directamente y hace que la temperatura del hogar suba. De esta manera, si bajamos las persianas y corremos las cortinas mantendremos un poco 'más fresca' las habitaciones.

Cierra las ventanas a mediodía: Lo ideal es abrirlas por la mañana para renovar el aire y, a medida, que vaya avanzando el día, y las temperaturas se vuelvan más altas es mejor cerrarlas. Luego las abriremos ya por la noche cuando la calor baje un poco. 

Crea corrientes de aire: Esto es lo mejor para mantener la casa fresca. Abrir dos ventanas o puertas contrapuestas, de manera que se consiga crear una corriente de aire. Además, si el aire pasa por un pasillo creará un 'efecto túnel'. 

Elimina o sustituye textiles: Hay algunos textiles, en verano, que hacen que la calor se concentre más en la estancia. Por ejemplo, se han de quitar las alfombras y las cortinas gruesas, que no resulten imprescindibles. Si no, es posible vaporizar las cortinas con agua para enfriar la habitación. También, cambia el edredón de la cama por una colcha ligera o cubre el sofá con una funda ligera de tonos claros. 

Moja el suelo: Aunque el suelo de tu casa esté limpio, durante el verano siempre es bueno tener un cubo con agua bien fría para pasar la fregona antes de pasar tiempo en una habitación, por ejemplo, en el dormitorio antes de dormir. El agua tomará el calor del suelo para evaporarse, logrando que se refresque.

Pon hielo delante del ventilador: El que no tiene aire acondicionado, tiene un ventilador, seguro. Sin embargo, este aparato mueve el aire de la estancia, por eso es ideal colocar un recipiente con hielo y sal gruesa, siempre a una distancia prudente.  Conseguirás que el aire que mueva el ventilador entre en contacto con el hielo y se enfríe levemente.

Compra plantas: Las plantas no solo sirven para darle vida a tu hogar, sino para mantenerlo más fresco. Las de interior, especialmente, las de hojas grandes, refrescan de manera natural tu hogar, sobre todo si las riegas al caer la noche.

Apaga los electrodomésticos y las luces: Los electrodomésticos emiten mucha calor y debemos limitar su uso. Es evidente que la nevera no la apagaremos, pero la televisión por ejemplo sí y el ordenador también. Es necesario apagar las luces que no estemos utilizando, ya que además de que calientan mucho, emiten muchísima calor.

Coloca repicientes de agua: una buena idea es distribuir por la casa varios cubos de agua y hielo en las esquinas o bajo las ventanas, por donde más se cuela el aire caliente.